El pasado día 20 de diciembre, la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo (PE) pidió que se establezcan objetivos obligatorios de ahorro de energía, pero defendió que los Estados miembros tengan más flexibilidad a la hora de decidir qué medidas toman para cumplirlos.
Los eurodiputados respaldaron por amplia mayoría (52 votos a favor, 3 en contra y 6 abstenciones) una opinión sobre la nueva estrategia europea propuesta por la Comisión Europea (CE) que incluye medidas orientadas a mejorar la eficiencia energética en un 20 % para 2020 respecto a los niveles de 1990.
La CE quiere establecer medidas de obligado cumplimiento, como que las compañías energéticas reduzcan en un 1,5 % anual el volumen de sus ventas de gas y electricidad con respecto al año anterior o la modernización de un 3 % de los edificios públicos cada año para que consuman menos energía.
Los Veintisiete se han mostrado reticentes a aceptar estas obligaciones y reclaman al Ejecutivo europeo más flexibilidad para aplicar las medidas, punto que respalda la Comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara.
Los diputados se mostraron a favor de que los países asuman objetivos de obligado cumplimento, pero con una mayor flexibilidad a la hora de decir cómo lograr cumplirlos, tal y como explicó el PE en un comunicado.
"Los eurodiputados quieren que los Veintisiete tengan más libertad, pero no cabe duda de que deben cumplir con los objetivos", señaló el ponente del texto, el socialista alemán Peter Liese.
Por ello, plantearon que los países puedan elegir entre cumplir con la renovación de un 3 % de los edificios públicos cada año u optar por otros modos de mejorar su ahorro energético, con tal de que alcancen la mencionada meta del 20 % para 2020, que en la situación actual no se cumplirá.
El texto aprobado el pasado día 20 pide también que la CE intervenga para estabilizar los precios del sistema de derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), con el objetivo evitar que el precio de los créditos siga cayendo.