La compañía Stechome está llevando a cabo un proyecto de monitorización de consumos y costes energéticos en más de 340 viviendas distribuidas en cuatro barrios del País Vasco, con una monitorización a tiempo real de los niveles de CO2, temperatura, humedad y consumos destinados a la calefacción.
El objetivo del proyecto es la comparación entre la situación actual de las viviendas y la situación futura, tras la realización de los procesos de rehabilitación y regeneración urbana que se están llevado a cabo por las comunidades de propietarios de la mano del Gobierno Vasco.
Sistema de monitorización
Para la monitorización, se ha diseñado un esquema de comunicación basado en la tecnología Sigfox, mediante dispositivos de temperatura, humedad y CO2, así como un desarrollo de IoT especial para la monitorización de contadores de calefacción y gas natural con capacidad para leer los consumos cada 10 minutos.
El sistema registra y envía la información de manera automática a la plataforma big data desarrollada por Stechome, facilitando el acceso tanto a los responsables del proyecto como a los residentes. Mediante diferentes paneles interactivos se desarrolla un seguimiento a tiempo real de los distintos valores, generando alarmas y notificaciones cuando se identifican situaciones de riesgo o fuera de rango.
El proceso de monitorización se llevará a cabo durante los próximos cinco años, generando diferentes informes y documentos de trabajo, sensibilización y empoderamiento energético.
Servicio de acompañamiento energético
De forma paralela, se ha puesto en marcha un servicio de acompañamiento energético gratuito para que las familias incluidas dentro del programa puedan optimizar al máximo su factura energética.
Según los datos obtenidos por Stechome hasta la fecha, ya se ha detectado un ahorro medio por familia superior a los 130 euros anuales, simplemente trasladando sus contratos a las tarifas PVPC y ajustando las potencias eléctricas contratadas.
Además, dentro del análisis realizado, se ha detectado que el 91% de los contratos de gas natural y el 84% de los contratos eléctricos no se ajustaban a las necesidades de las familias, incrementando notablemente el gasto familiar destinado a la energía.