A medida que la eficiencia energética cobra cada vez más relevancia como recurso clave para el desarrollo económico y social en todas las economías, comprender su verdadero valor cobra cada vez mayor importancia. En este contexto, la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) ha publicado el informe ‘Múltiples beneficios de la eficiencia energética’, con un enfoque en estos beneficios que busca ampliar la perspectiva de la eficiencia energética más allá de la medición tradicional del ahorro energético, identificando y midiendo sus impactos en su máxima expresión. Así, explora estos beneficios para el ahorro de energía, la asequibilidad o la reducción de emisiones.

El documento explora los beneficios de la eficiencia energética en varios apartados: ahorro de energía, asequibilidad, competitividad, inversiones en la red, seguridad energética, reducción de emisiones, empleos, valores de los activos, salud y crecimiento económico.
Beneficios de la eficiencia energética
El informe responde a la pregunta de por qué es importante la eficiencia energética para el ahorro energético subrayando que las medidas de eficiencia energética reducen la cantidad de energía necesaria para impulsar y hacer crecer las economías. Algunos datos clave reflejan que, en las últimas décadas, las medidas de eficiencia energética han generado más de 27 EJ (exajulios) de ahorro energético sólo en los países miembros de la IEA, lo que equivale al 20% de la demanda total de energía.
Respecto a la asequibilidad, las medidas de eficiencia energética pueden reducir las facturas de energía de los hogares, disminuir la pobreza energética y hacer que el acceso a los servicios energéticos sea más accesible. Entre otros datos clave, el documento destaca que las medidas de eficiencia energética pueden reducir la factura energética promedio de los hogares en las economías avanzadas hasta un tercio.
En cuanto a la competitividad, el informe subraya que aumentar la eficiencia energética puede mejorar la competitividad tanto a nivel de empresa como a nivel de país. Algunos datos indican que en el sector industrial, la gestión energética puede suponer un ahorro de más del 10% en costes energéticos anuales en tres años, y hasta un 60% a largo plazo, a medida que se descubran nuevos ahorros.
Por otro lado, la eficiencia energética también puede ayudar a mitigar los riesgos a la seguridad energética al reducir la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles, mejorar la confiabilidad de la red y actuar como amortiguador ante las perturbaciones del suministro. El informe destaca que las mejoras de eficiencia energética de las últimas dos décadas evitaron la necesidad de importar un 20% más de combustibles fósiles en los países de la IEA.
Además, la eficiencia energética puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes del aire y hacer que el sistema energético sea más sostenible. Entre otros datos, el informe subraya que acelerar las mejoras de eficiencia podría generar una tercera parte de todas las reducciones de emisiones de CO2 relacionadas con la energía entre ahora y 2030, en una trayectoria alineada con el objetivo de alcanzar cero emisiones netas para 2050, la mayor proporción de cualquier sector o tecnología.
El informe también ha analizado los beneficios de la eficiencia energética para inversiones en la red, empleos, valores de los activos, salud y crecimiento económico.