El informe ‘Redes térmicas inteligentes en la Unión Europea: informe de situación de 2025 sobre desarrollo tecnológico, tendencias, cadenas de valor y mercados’ publicado por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea ofrece una descripción general del estado actual, las tendencias y el potencial de esta tecnología, esencial para descarbonizar el sector de la calefacción de la UE y lograr cero emisiones netas globales para 2050. El documento señala que, a pesar de la fortaleza del sector, persisten desafíos como la escasez de mano de obra cualificada, los altos costes iniciales y los marcos de financiación fragmentados, lo que requiere un apoyo político estable y una perspectiva estratégica a largo plazo para un despliegue y una modernización exitosos.

El papel de los sistemas de calefacción y refrigeración urbana (DHC, por sus siglas en inglés), en este informe de redes térmicas inteligentes, está cambiando, como una parte cada vez más activa y dinámica del sistema energético más amplio mediante la integración de bombas de calor a gran escala y tecnologías de almacenamiento de energía térmica en sus fuentes de calor existentes, lo que permite una integración eficaz y flexible en el sector eléctrico. Las proyecciones indican un aumento significativo en el uso de fuentes renovables y calor residual, y se espera que la capacidad de las bombas de calor centralizadas en la UE aumente de 3,8 GW a más de 17,6 GW para 2030.
Despliegue y modernización de los DHC
El informe señala que la UE es un actor clave en la inversión pública global en áreas relacionadas con la calefacción y refrigeración urbanas (DHC), como el almacenamiento de energía térmica, la recuperación y utilización del calor residual, y los sistemas de control y monitorización, representando la mitad de la inversión total en los países de la OCDE entre 2014 y 2024. Además, destaca que Europa ha financiado 95 proyectos que apoyan la calefacción y refrigeración urbanas sostenibles, centrándose en el desarrollo de tecnologías para la recuperación de calor, soluciones innovadoras de almacenamiento de energía térmica a gran escala y la promoción de nuevos modelos de negocio para la integración de sistemas y el calor residual industrial.
El despliegue y la modernización de los DHC enfrentan varios desafíos, entre ellos, el informe subraya la escasez de mano de obra cualificada, altos costes iniciales, importantes requerimientos de capital, marcos financieros fragmentados, falta de un marco de políticas estable y una perspectiva a largo plazo.
El documento indica que existe margen para el desarrollo de nuevas innovaciones técnicas en los sistemas DHC, que podrían reducir costes y mejorar el rendimiento, como compresores que operen en modos más flexibles y a temperaturas objetivo más elevadas. Según el informe, otro avance importante se centra en los edificios, que son cruciales para la reducción de los niveles de temperatura. Esta reducción mejora significativamente la eficiencia de las bombas de calor, lo que se permite una recuperación más rentable de calor residual industrial y la utilización de fuentes renovables de baja temperatura.
El informe concluye que el despliegue a gran escala de nuevas capacidades de bombas de calor requiere una clara priorización política y altos niveles de innovación y eficiencia por parte de los fabricantes y operadores de calefacción urbana. Además, subraya que la política industrial debería centrarse en fortalecer la capacidad industrial mediante la mejora de las capacidades de fabricación europeas, el establecimiento de nuevas instalaciones de producción y el uso de instrumentos que garanticen la seguridad de la demanda a largo plazo.