La bioeconomía representa una gran oportunidad para Europa y la biomasa es un motor importante para lograr una bioeconomía circular innovadora y de bajas emisiones, según defiende el Programa Conjunto de Bioenergía de la Alianza Europea para la Investigación Energética (EERA Bioenergy), que ha lanzado una actualización de su Agenda Estratégica de Investigación e Innovación 2020 centrándose especialmente en la sostenibilidad, los impactos socioeconómicos y la aceptación pública.
La Agenda Estratégica de Investigación e Innovación 2020 (SRIA 2020) del Programa Conjunto de EERA sobre Bioenergía se publicó por primera vez en marzo de 2019 consiguiendo captar la atención de la comunidad europea de la bioenergía.
La Agenda está concebida como una guía para los responsables políticos y las administraciones públicas a todos los niveles, especialmente para los encargados de diseñar los programas marco de investigación e innovación, con el fin de asesorar sobre las prioridades científicas y tecnológicas del sector europeo de la bioenergía.
La versión actualizada que se ha publicado recientemente, en concreto el 5 de noviembre, se amplía con cuestiones muy relevantes que van más allá de las soluciones puramente tecnológicas. Esta revisión de la Agenda ha ido de la mano de la creación de un nuevo subprograma (SP5) integrado por expertos europeos, destinado a facilitar la integración de la biomasa en el mix energético de una Europa climáticamente neutra.
Subprograma específico para los aspectos socioeconómicos de la implantación de la bioenergía
Poco después del lanzamiento de la SRIA 2020 la pasada primavera, los miembros de EERA Bioenergy decidieron unir fuerzas para crear un subprograma específico, el SP5, destinado a ampliar el documento y apoyar la implementación de los aspectos socioeconómicos, relativos a la sostenibilidad y la aceptación pública, en el trabajo diario del Programa Conjunto EERA Bioenergy.
Concretamente, el nuevo subprograma SP5 se centra en las seis áreas de investigación. La primera consiste en un análisis de las implicaciones medioambientales de la bioenergía con el objetivo de aprovechar su potencial para alcanzar los objetivos europeos de bajas emisiones. En segundo lugar, el SP5 ha llevado a cabo una evaluación tecnoeconómica (TEA) de los sistemas de bioenergía, proporcionando información sobre el diseño de futuras biorrefinerías y procesos de conversión de biomasa.
El tercer análisis ha tenido una vertiente social, ayudando a entender los factores, estrategias y políticas que juegan un papel relevante en la percepción y aceptación pública de la bioenergía. El cuarto estudio se centra en los procesos de innovación y comercialización de las tecnologías bioenergéticas.
En quinto lugar se establecen vínculos entre las demás áreas de investigación cubiertas por el Programa Conjunto a través de un análisis transversal de la sostenibilidad, identificando sinergias o potenciales contrapartidas entre estas dimensiones.
Por último, el SP5 examina los marcos políticos y regulatorios de la bioenergía en Europa. Por ejemplo, la aplicación de la Directiva sobre Energías Renovables (RED-II, que entrará en vigor el 1 de enero de 2021) planteará varios retos en la próxima década que deberán abordarse en una fase temprana.
Biomasa, motor de una bioeconomía de bajas emisiones
Como conclusión, la EERA asegura que la bioeconomía representa una gran oportunidad para Europa. La biomasa es un motor importante para lograr una bioeconomía circular innovadora y de bajas emisiones, conciliando la demanda de agricultura y pesca, la seguridad alimentaria y el uso sostenible de los recursos biológicos renovables con fines industriales, al tiempo que se garantiza la protección de la biodiversidad y del medio ambiente. Además de un nuevo impulso para el empleo, el crecimiento y la inversión.
La Agenda Estratégica de Investigación e Innovación 2020 del Programa Conjunto de Bioenergía de EERA puede descargarse en el siguiente enlace.