En junio del año pasado y en el marco del Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE), se constituyó la Asociación de Sujetos Delegados para los Certificados de Ahorro Energético (ASDAE). Su presidenta, Elena González Sánchez, explica en esta entrevista a ESEFICIENCIA el funcionamiento del Sistema de CAE, así como la figura de los sujetos delegados para los certificados de ahorro energético. También hace una valoración del Sistema de CAE y los desafíos futuros, y habla sobre la propia asociación, cuyo objetivo para este año es trabajar en la mejora de las fichas técnicas para su aplicación en proyectos residenciales.

ESEFICIENCIA: ¿En qué se basa el Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE)? ¿Cuál es el proceso para obtener estos certificados? ¿Quiénes pueden conseguirlos y quiénes pueden elaborarlos?
Elena González Sánchez: El Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE) es un instrumento de mercado que busca acelerar el cumplimiento de los objetivos de eficiencia energética que España ha asumido como Estado miembro de la Unión Europea. Lo hace asignando un valor económico al ahorro energético conseguido por los usuarios finales gracias a la implantación de medidas de eficiencia energética.
Hasta ahora, el ahorro energético se traducía únicamente en una reducción del consumo y, por tanto, en una menor factura energética. Con la implantación del sistema CAE, ese ahorro adquiere un valor adicional, ya que puede convertirse en un certificado que se compra y se vende en el mercado. En este sentido, el ahorro energético pasa a ser un activo económico.
El proceso para obtener un certificado comienza con la identificación de una actuación de eficiencia energética por parte de un sujeto delegado (o un sujeto obligado que actúe como tal). El sujeto delegado realiza los cálculos del ahorro conseguido, recopila las evidencias necesarias (facturas, fotografías, documentación técnica, etc.), verifica la actuación a través de un tercero independiente y, finalmente, presenta la solicitud ante la administración competente para que esos ahorros sean convertidos en certificados. El usuario final recibe un ingreso por vender esos ahorros energéticos.
Los certificados pueden obtenerlos tanto particulares como empresas o administraciones públicas, siempre que hayan llevado a cabo una actuación de eficiencia energética. Sin embargo, solo los sujetos delegados están habilitados para elaborar y tramitar estos certificados. Para ejercer como sujeto delegado, es necesario contar con una licencia otorgada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), que exige acreditar solvencia técnica y económica. También pueden gestionar directamente los CAE los sujetos obligados que son las comercializadoras de gas, electricidad y petróleo, y son las entidades obligadas a presentar los ahorros energéticos.
ESEFICIENCIA: ¿En qué consiste la figura de los sujetos delegados para los certificados de ahorro energético? ¿Qué rol ejercen y cuál es su importancia? ¿Qué requisitos deben cumplir para poder operar en el sistema de CAE?
Elena González Sánchez: En el mercado CAE coexisten dos figuras principales: el oferente, que es cualquier entidad que ha ejecutado una medida de eficiencia energética, y el demandante, que en este caso es el sujeto obligado, responsable de acreditar anualmente ante el Ministerio una cantidad de kilovatios hora ahorrados. Para facilitar que los ahorros energéticos se conviertan en certificados de ahorro energético se crea la figura del sujeto delegado.
El sujeto delegado actúa en nombre del sujeto obligado, identificando, calculando y verificando los ahorros obtenidos para su posterior conversión en certificados. Su papel es técnico y fundamental, ya que certifica que ese ahorro realmente se ha producido.
Para operar como sujeto delegado se requiere una licencia expedida por el Miteco. Esta licencia exige cumplir con criterios estrictos de solvencia técnica —al menos ocho profesionales cualificados en plantilla, cuatro de ellos con más de tres años de experiencia demostrada en eficiencia energética—, así como requisitos económicos: un capital mínimo de 500.000 euros, un seguro de responsabilidad civil superior a los dos millones de euros y finalmente la ISO 0991. Estos requisitos están alineados con la responsabilidad que asumen los sujetos delegados como garantes técnicos del sistema. Es decir, el sujeto delegado cuantifica y da fe de que ese ahorro se ha cumplido.
ESEFICIENCIA: ¿Qué beneficios aporta la actuación de los sujetos delegados para los proyectos de eficiencia energética? ¿Cuál es la clave para maximizar el volumen de ahorro energético reconocido y garantizar el éxito del modelo?
Elena González Sánchez: La principal aportación de los sujetos delegados es su capacidad técnica para cuantificar de forma rigurosa el ahorro energético. Si queremos que este sistema sea fiable y genere confianza, es esencial que quienes realizan estos cálculos sean entidades solventes y con experiencia demostrada. Solo así se garantiza que los certificados emitidos correspondan a ahorros reales y medibles.
ESEFICIENCIA: ¿Por qué surgió la Asociación de Sujetos Delegados para los Certificados de Ahorro Energético (ASDAE)? ¿Cuál es la finalidad de ASDAE, cómo funciona y quiénes la conforman? ¿Qué balance hacéis desde su puesta en marcha en junio de 2024?
Elena González Sánchez: ASDAE nace con el objetivo de aportar el conocimiento técnico de los sujetos delegados al desarrollo y mejora del sistema de CAE. Somos actores clave porque trabajamos día a día en la tramitación de proyectos reales, lo que nos permite identificar oportunidades de mejora basadas en la práctica.

Nuestro propósito no es tanto tener visibilidad pública como contribuir al fortalecimiento del sistema, trabajando codo con codo con el Ministerio y con los demás agentes del mercado. Apostamos por un enfoque colaborativo, en el que los distintos sujetos delegados compartimos experiencias y propuestas con el fin de robustecer y agilizar el funcionamiento del sistema.
Desde junio de 2024 hemos mantenido una actividad muy intensa, elaborando propuestas técnicas basadas en datos reales. Según palabras del propio Ministerio, estamos siendo una herramienta activa y útil para el desarrollo del sistema. Nuestras aportaciones responden a consultas públicas, pero también anticipan mejoras necesarias que detectamos en la tramitación diaria de expedientes.
ESEFICIENCIA: ¿Cuál es tu valoración sobre el desarrollo del sistema de Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE) en la actualidad? ¿A qué desafíos crees que se enfrentará la eficiencia energética y el sistema de CAE este año?
Elena González Sánchez: El principal reto es conseguir que los CAEs sean un sistema ágil, fiable y robusto que contribuya de forma efectiva al cumplimiento de los objetivos nacionales de eficiencia energética. Aunque se ha avanzado notablemente en el ámbito industrial, aún queda mucho por recorrer, especialmente en el sector residencial.
El sistema actual no está preparado para abordar de forma masiva este segmento. Por eso, uno de nuestros objetivos para 2025 es trabajar en la mejora de las fichas técnicas para que puedan aplicarse también a proyectos residenciales. Lograr esta adaptación será clave para ampliar el impacto del sistema CAE.
ESEFICIENCIA: En este marco, ¿cuáles serán los retos de ASDAE? ¿Cómo prevé la asociación seguir contribuyendo al desarrollo del sistema de CAE? ¿Nos puedes avanzar en qué actividades estáis trabajando para este año?
Elena González Sánchez: Uno de nuestros principales retos es impulsar la creación de nuevas fichas técnicas, especialmente para tecnologías que todavía no cuentan con referencias en el sistema. Cuanto más estandarizadas y claras sean estas fichas, más fácil será su aplicación y menor el riesgo de interpretaciones erróneas, que es uno de los obstáculos del sistema CAE actual.
También estamos trabajando en propuestas para mejorar el procedimiento de tramitación de los certificados. Hemos trasladado al Ministerio la necesidad de desarrollar una plataforma digital que automatice los procesos, lo cual permitiría escalar el sistema de manera más eficiente.
Este año, nuestra actividad se centra especialmente en la mejora del procedimiento y en la detección y resolución de errores que dificultan la tramitación con el objetivo de robustecer el sistema. Continuamos también con nuestra labor técnica y pedagógica para que el sistema pueda evolucionar y abrirse a nuevos segmentos, especialmente el residencial.