El Ayuntamiento de Lleida equipará con instalaciones fotovoltaicas las cubiertas de 53 edificios públicos de titularidad municipal y otros entes vinculados, con el fin de impulsar al autoconsumo de energía eléctrica y la mejora de la eficiencia energética. Se prevé que estas instalaciones puedan alcanzar una capacidad máxima de potencia instalada de 3.900 kWp aprovechando un total de 12.550 metros cuadrados de cubiertas de edificios. Se trata de un contrato de ahorro energético global que, además de las instalaciones fotovoltaicas, prevé la realización de inversiones de eficiencia energética e incluye la obligación de monetizar los ahorros mediante Certificados de Ahorro Energético (CAE).

La propuesta parte de un estudio técnico del potencial de autoconsumo a partir de datos reales de consumo de una muestra representativa de edificios del ayuntamiento y de todos los consumos de los entes asociados.
Se han analizado las cubiertas de 90 edificios del ayuntamiento con un potencial de hasta 7.000 kW, de las que se han seleccionado las 37 más viables técnicamente, en las que se desplegarán placas con 3.200 kW de capacidad. Los restantes 700 kW se reparten entre los demás entes vinculados, que son el Consocio del Parque Agrobiotech (10), el Instituto Municipal de Empleo Salvador Seguí (4), Feria de Lleida (1) y el Centro de Negocios y Convenciones de la Lonja (1).
La puesta en marcha de este contrato permitirá un ahorro de unos 120.000 euros anuales en la factura eléctrica, además de incluir inversiones para renovar la climatización de varios edificios municipales. Se prevé que estas instalaciones puedan alcanzar una capacidad máxima de potencia instalada de 3.900 kWp aprovechando un total de 12.550 metros cuadrados de cubiertas de edificios. La producción mínima prevista es de 5.743.705 kWh anuales.
Instalaciones fotovoltaicas e inversiones en eficiencia energética
Se trata de un proyecto innovador que cuenta con la colaboración público-privada para la inversión, ejecución y optimización energética. El modelo propuesto plantea que la empresa adjudicataria se encargue del diseño, financiación, ejecución, explotación y mantenimiento de las instalaciones fotovoltaicas, a través de un contrato de rendimiento energético. El pago al adjudicatario se vincula directamente a la energía solar realmente autoconsumida, ofreciendo así un incentivo para que la empresa gestione de forma activa la producción y el consumo energético de los edificios participantes.
La fórmula principal de optimización será el autoconsumo compartido, aprovechando el mayor número posible de suministros eléctricos del ayuntamiento. Además, se permiten otras técnicas complementarias como la gestión de horarios de funcionamiento o la electrificación de consumos, a fin de maximizar el uso de la energía generada.
Se trata de un contrato de ahorro energético global que, además de las instalaciones fotovoltaicas, prevé la realización de inversiones en eficiencia energética –valoradas dentro del precio del kWh autoconsumido– e incluye la obligación de monetizar los ahorros mediante Certificados de Ahorro Energético (CAE).