La Comisión Europea ha adoptado un nuevo marco de ayudas estatales en apoyo del Pacto Industrial Limpio (CISAF, por sus siglas en inglés) para permitir a los Estados miembros impulsar el desarrollo de energía limpia, la descarbonización industrial y las tecnologías limpias. En concreto, el marco permite una vía rápida para la implantación de energías renovables, nuevas normas sobre medidas de flexibilidad, apoyo a los costes de electricidad para usuarios con un alto consumo energético y apoyo flexible a las inversiones en todas las tecnologías que conduzcan a la descarbonización o al aumento de la eficiencia energética. El CISAF estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2030.
El pasado mes de marzo, la Comisión Europea lanzó una consulta invitando a las partes interesadas a presentar sus comentarios sobre el proyecto del nuevo marco de ayudas estatales que acompaña al Pacto Industrial Limpio (CISAF). El CISAF establece las condiciones bajo las cuales los Estados miembros pueden conceder apoyo para determinadas inversiones y objetivos, de conformidad con las normas de la UE sobre ayudas estatales. El CISAF adoptado sustituye al Marco Temporal de Crisis y Transición (TCTF).
Renovables, electricidad y descarbonización
El CISAF introduce procedimientos simplificados para facilitar la rápida implantación de programas de energías renovables. También define mecanismos de capacidad basados en modelos objetivo, en los que los Estados miembros pagan a los proveedores de electricidad para mantener la capacidad de reserva, lo que puede optar a una aprobación acelerada.
El CISAF ofrece apoyo a los costes de la electricidad para usuarios con un alto consumo energético. Así, los Estados miembros podrán ofrecer apoyo al precio de la electricidad a las empresas que operan en sectores especialmente expuestos al comercio internacional y que dependen en gran medida de la electricidad para su producción (usuarios con un alto consumo energético). Esto permitirá a los Estados miembros reducir los costes de la electricidad de los usuarios con un alto consumo energético que afrontan costes más elevados que sus competidores en regiones con políticas climáticas menos ambiciosas. A cambio de recibir apoyo al precio, las empresas deberán invertir en la descarbonización.
Asimismo, permite un apoyo flexible a las inversiones en todas las tecnologías que conduzcan a la descarbonización o al aumento de la eficiencia energética. El marco permite apoyar una amplia gama de tecnologías de descarbonización, como la electrificación o la biomasa. El apoyo se puede conceder en base a importes de ayuda predefinidos (para apoyo de hasta 200 millones de euros), el déficit de financiación, o un proceso de licitación competitivo.
El marco también permite a los Estados miembros apoyar inversiones en nueva capacidad de fabricación para todos los proyectos de fabricación relacionados con las tecnologías cubiertas por la Ley de Industria Cero Neto en forma de planes, y proyectos de fabricación en tecnologías de cero emisiones netas de forma individual cuando sea necesario.
Los Estados miembros podrán proporcionar más apoyo a proyectos en regiones menos favorecidas. Además, el marco permite a las empresas deducir más rápidamente el coste de las inversiones en tecnología limpia de sus ingresos imponibles. Finalmente, los Estados miembros pueden adoptar medidas para reducir el riesgo de las inversiones privadas en proyectos contemplados en el marco, como las infraestructuras energéticas y la economía circular.