Los datos del balance anual de la Estrategia catalana para promover el aprovechamiento energético de la biomasa forestal y agrícola, impulsada por la Generalitat de Cataluña, subrayan que el consumo de biomasa forestal en Cataluña para usos térmicos creció un 12% en 2024. En total, el consumo de biomasa forestal ascendió a las 547.200 toneladas anuales, y la superficie forestal gestionada aumentó también un 12%, hasta las 22.798 hectáreas.

La Estrategia catalana para promover el aprovechamiento energético de la biomasa forestal y agrícola tiene por objetivo fomentar el uso energético de este recurso mediante la cooperación de diferentes departamentos de la generalitat y la coordinación de las actuaciones del entorno.
La elaboración del balance correspondiente al año 2024 ha contado con la introducción de cambios metodológicos, que han supuesto una mayor precisión en la toma de datos. De acuerdo con estos nuevos mecanismos, se han reformulado las cifras de los últimos cuatro años. En conjunto, la producción en Cataluña alcanzó las 688.000 toneladas anuales, un 2% más, y tanto la importación como la exportación de estos biocombustibles se redujo sustancialmente.
Aumento del consumo de biomasa
El consumo de biomasa en forma de astilla ha crecido, registrando un incremento anual del 34% debido fundamentalmente a la entrada en funcionamiento de nuevas calderas en el ámbito industrial y la bajada de las exportaciones. La demanda de leña se ha mantenido estable y el consumo en forma de pellet ha registrado un descenso del 17%. El aprovechamiento para usos energéticos de la biomasa permitió reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 218.057 toneladas anuales.
En los últimos 10 años, la producción de biomasa en Cataluña se ha profesionalizado y la demanda se ha focalizado en instalaciones de mayor tamaño y cada vez más desvinculadas de la climatología, como son los usos industriales o en edificios de servicios. Entre 2012 y 2023 se han puesto en servicio en Cataluña 4.265 calderas de biomasa, que totalizan una potencia de 393 MW, según el Observatorio de Calderas de Biomasa de Cataluña.
Esto ha permitido que el consumo de astilla y el de pellet hayan crecido más: el consumo de astilla se ha multiplicado por 15 y el de pellet se ha doblado desde 2013. El consumo de leña ha crecido un 20%.
Las actuaciones y medidas contempladas en la estrategia han contribuido a multiplicar por 2,2 tanto el consumo de biomasa como el número de hectáreas gestionadas durante sus primeros 10 años de vigencia. Estas cifras muestran un avance significativo en el cumplimiento de los objetivos de la estrategia, que pretende alcanzar las 730.000 toneladas de biomasa consumida para usos térmicos y las 30.400 hectáreas gestionadas en 2027.