Los hospitales de Cabra y Pozoblanco de Córdoba implantan medidas de eficiencia energética para ahorrar 240.000 euros al año.

Un centro hospitalario es como una pequeña ciudad. Diariamente se suceden multitud de procesos, todos interrelacionados, en los que participan un alto número de personas que desarrollan tareas o esperan atención. Al igual que en una ciudad, estos procesos necesitan energía.

El consumo de energía que requiere un hospital es muy elevado, pues debe atender exigencias muy diversas, tanto para alcanzar los niveles térmicos para climatizar cada zona, como para garantizar el suministro eléctrico necesario para el desarrollo de las distintas actividades que en él se llevan a cabo durante las 24 horas del día, los 365 días del año. Es por ello que unos equipos bien diseñados, con tecnologías eficientes y con un correcto mantenimiento son imprescindibles para asegurar el servicio sin excesos en la factura energética del centro.

Conscientes de la importancia de trasladar estos criterios energéticos al rendimiento diario de los hospitales de nuestra comunidad autónoma, la Agencia Andaluza de la Energía y el Servicio Andaluz de Salud (SAS) firmaron un convenio para ejecutar actuaciones en materia de ahorro y eficiencia energética e instalación de tecnologías para el aprovechamiento de fuentes renovables en 14 centros hospitalarios gestionados por el SAS. La cuantía de dicho convenio alcanza los 20,1 millones de euros, de los que la Agencia Andaluza de la Energía aporta 17,9 millones de euros y el Servicio Andaluz de Salud 2,2 millones.

La provincia de Córdoba alberga dos de los centros hospitalarios objeto del convenio: el hospital Infanta Margarita de Cabra y el hospital Valle de los Pedroches de Pozoblanco. En el primero de ellos se procederá a la sustitución de sistemas de producción de agua caliente para calefacción y usos sanitarios, la implementación de un sistema eficiente de producción de electricidad y calor (cogeneración) e instalación de energía solar térmica con una superficie de 200 metros cuadrados que producirá agua caliente para usos sanitarios y lavandería, con lo que se conseguirá un ahorro de energía primaria de 250 tep/año y una reducción en la factura energética de 247.000 euros anuales.

Por su parte, en el hospital Valle de los Pedroches de Pozoblanco, se instalará un nuevo sistema de producción de agua caliente para usos sanitarios mediante una instalación solar térmica con una superficie de 120 m2, con la que se conseguirá un ahorro de energía final de 28,4 tep/año y una reducción en la factura energética superior a los 22.000 euros anuales.

Con estas actuaciones, la provincia de Córdoba contará con dos hospitales de alta eficiencia energética y económica, reduciendo notablemente el nivel de emisiones derivadas del consumo de energía y sumándose a los centros que están internalizando en su gestión y funcionamiento diario los principios de sostenibilidad energética que promueve la Junta de Andalucía

Red de Energía de la Junta de Andalucía

Estos proyectos se enmarcan dentro de las iniciativas diseñadas desde la Red de Energía de la Junta de Andalucía (REDEJA), instrumento creado por el Gobierno andaluz en 2007 y gestionado por la Agencia Andaluza de la Energía, que debe trasladar a la administración los principios de ahorro y uso racional de la energía, persiguiendo en todo momento la mayor eficiencia económica y energética dentro de sus edificios y actividades.

En esta línea, la Red de Energía ha cifrado en 45.000 toneladas equivalentes de petróleo (tep) el consumo de energía final del sector público hospitalario andaluz, aproximadamente la misma energía consumida por 60.000 hogares. Así, la Red ha realizado ya más de 20 auditorías energéticas en varios centros en las que ha podido identificar un ahorro energético potencial superior al 20% en la mayoría de los casos.

Fruto de las auditorías realizadas se acometerán importantes medidas como la sustitución de las calderas alimentadas por gasóleo por otras que utilicen gas natural, produciendo así agua caliente de manera más eficiente y con menos emisiones; la implantación de sistemas que permiten la generación de electricidad y calor de alto rendimiento, y que cubren entre el 50 y el 60 por ciento de las necesidades de agua caliente, calefacción y refrigeración; la implementación de fuentes de energía renovable para la producción de agua caliente mediante instalaciones solares térmicas y aprovechamiento de la biomasa; y, finalmente, la renovación de equipos de climatización de bajo rendimiento por otros más eficientes.

Todas estas instalaciones, reformas y rehabilitaciones supondrán un ahorro de energía estimado de casi 700 tep y una reducción de emisiones de 1.570 toneladas de gases de efecto invernadero, lo que equivale a la energía necesaria para abastecer las necesidades de 830 familias al año y retirar de la circulación 640 vehículos. Además, las mejoras energéticas logradas se reflejarán en la factura energética de los edificios, que verán reducido el gasto en este concepto en 3,2 millones de euros cada año.

 
 
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