El Ayuntamiento de Muskiz ha puesto en marcha dos nuevas iniciativas para reducir el gasto corriente de la corporación y potenciar políticas de sostenibilidad medioambiental. Estos proyectos se unen a las actuaciones ejecutadas durante la presente legislatura y que han supuesto una inversión de 1.022.529 euros. Como para todas estas actuaciones se ha contado con subvenciones, el plazo de amortización del gasto neto del consistorio es de unos 3 años y medio.
La corporación muskiztarra trata de consolidar el ahorro e impulsar políticas de sostenibilidad energética, compromiso adquirido tras su adhesión al Pacto de Alcaldes. Actualmente se encuentran en fase de recepción de ofertas dos concursos destinados a sustituir las luminarias del polígono de San Juan y los barrios de Pobeña y Oiankas, así como el alumbrado del polideportivo, los frontones y el colegio público Cantarrana por otros de tipo led.
Para estas nuevas actuaciones, el equipo de gobierno ha previsto una inversión global de unos 592.000 euros, repartida prácticamente al 50% entre ambas iniciativas.
Estos dos nuevos proyectos se unen a las iniciativas desarrolladas a lo largo de la presente legislatura para reducir el gasto corriente del Ayuntamiento de Muskiz en consumo energético y que se han centrado principalmente en conseguir un alumbrado público medioambientalmente eficiente y la conversión de las calderas de los edificios públicos para su funcionamiento con gas.
Dado que para la ejecución de todas estas iniciativas, el Ayuntamiento de Muskiz ha contado con 415.740 euros en concepto de ayudas y subvenciones de distintos organismos dependientes del Gobierno Vasco, el gasto neto de la corporación se ha reducido a 606.789 euros. Importe que está previsto que se amortice en el plazo de algo menos de tres años y medio.
Todas estas actuaciones van a suponer un ahorro de 1.500.000 euros desde el punto de vista del gasto corriente de la corporación y de 250.000 euros en cuanto a reposición de bombillas y mantenimiento en general, durante los 10 años estimados de la vida útil de las nuevas luminarias.
Además, de un ahorro anual en emisiones de gases contaminantes que se cifran en 185 toneladas de anhídrido carbónico a la atmósfera. El equivalente a la plantación de 2.760 árboles durante esos 10 años de vida útil de las instalaciones.