LabelPack A+ analiza la implantación del Etiquetado Energético de los sistemas de Calefacción

Etiqueta energética de sistemas de calefacción.

Dos años después de la entrada en vigor del Reglamento Europeo sobre el Etiquetado de Eficiencia Energética de los Sistemas de Calefacción, los socios del Proyecto LabelPack A+ celebran el esfuerzo de los fabricantes por introducir en el mercado equipos más eficientes. Por el contrario, consideran que el escaso compromiso de las autoridades públicas y el desinterés por parte de los instaladores están conduciendo a una situación de desinformación entre los consumidores.

El etiquetado energético concede a los consumidores capacidad para elegir equipos de calefacción más eficientes y sostenibles, pero una deficiente implantación del reglamento supone para los socios de LabelPackA+ una oportunidad perdida.

El Reglamento de la Unión Europea y sus directrices para el etiquetado obligatorio de los sistemas de calefacción entraron en vigor el 26 de septiembre de 2015. Desde entonces, todas los nuevos equipos con una capacidad de hasta 70 kW deben tener una etiqueta de eficiencia energética. Dos años después, los socios LabelPack A +, proyecto europeo que ha brindado apoyo a la introducción del etiquetado energético en el mercado, ha hecho una revisión de la aplicación de esta medida y se ha encontrado con una doble visión.

Productos más eficientes en el mercado

En la parte positiva, nos encontramos con soluciones más eficientes en el mercado, como resultado de la aplicación de los requisitos asociados a la etiqueta de eficiencia energética. «En la actualidad, casi todos los sistemas convencionales de calefacción pertenecen a la categoría de eficiencia A, mientras que los sistemas que utilizan opciones renovables, como las termoeléctricas o las bombas de calor, pueden alcanzar A+ o más», ha manifestado Jörg Mayer, director general de la Asociación Solar Alemana (BSW-Solar).

La existencia del etiquetado energético ha concedido a los consumidores la capacidad de adoptar decisiones de compra encaminadas hacia productos más eficientes y sostenibles, tal y como ha señalado Pedro Dias, secretario general de Solar Heat Europe. «Sin embargo, se corre el riesgo de convertirse en una oportunidad perdida debido a los problemas de aplicación», reflexiona Dias.

Falta compromiso e información

De acuerdo con la evaluación de los socios del proyecto, el limitado compromsio de las autoridades públicas, que se traduce en una ausencia de campañas de información y de iniciativas de vigilancia del mercado, combinado con la falta de interés de determinados agentes del mercado conducen a una mala absorción del etiquetado energético.

«Sabíamos que esta solución tenía lagunas, no reflejando adecuadamente el valor añadido de las opciones de calefacción solar y no abordando la readaptación de los sistemas existentes», ha añadido Pedro Dias. «Aún así, esperábamos que aumentara la concienciación entre los consumidores y promoviera un reemplazo planificado de sistemas obsoletos, ineficientes y contaminantes».

Reconocer estos problemas de implementación en la revisión en curso del etiquetado energético puede suponer un punto de inflexión en la exploración del potencial no explotado de esta regulación. «Hay que reforzar el valor añadido de los sistemas renovables para proporcionar a los consumidores un mensaje más claro sobre la importancia de escoger los equipos más eficientes y sostenibles», ha concluido Jörg Mayer.

 
 
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