El nuevo Observatorio de Energía e IA, lanzado por la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), permite monitorear y analizar de cerca las interconexiones entre el sector energético y la inteligencia artificial, una tecnología de rápida evolución. El observatorio incluye nuevas herramientas interactivas para explorar el consumo eléctrico de los centros de datos y la infraestructura digital por región, y presenta 20 casos prácticos.

El objetivo del observatorio es informar para la formulación de políticas nacionales e internacionales sobre temas de energía e IA, incluidos los diálogos en curso entre el gobierno y la industria organizados por la Presidencia del G7 de Canadá.
Relación entre el sector energético y la inteligencia artificial
El Observatorio de Energía e IA de la IEA proporciona datos y análisis actualizados sobre la creciente relación entre el sector energético y la inteligencia artificial. Incluye nuevas herramientas interactivas para explorar el consumo eléctrico de los centros de datos y la infraestructura digital por región, lo que ayuda a visualizar estos conjuntos de datos y a garantizar su acceso a una amplia gama de partes interesadas. También presenta 20 casos prácticos que muestran cómo se está implementando la IA en el sector energético.
Los estudios de caso del observatorio destacan una amplia gama de aplicaciones de IA que utilizan actualmente productores y consumidores de energía en todo el mundo. Un ejemplo es el de las escuelas en Estocolmo (Suecia) y un campus en Pune (India), que están reduciendo el consumo de energía mediante IA para optimizar los sistemas de calefacción, ventilación y refrigeración, mientras que plantas de acero y cemento en Chequia, España y Estados Unidos utilizan IA para optimizar el consumo de gas y aumentar el aprovechamiento del calor residual.
En definitiva, esta plataforma presentará información actualizada sobre la demanda energética de los centros de datos y cómo la inteligencia artificial está optimizando el sector energético. El documento complementa el informe ‘Energía e IA‘, publicado por la IEA el pasado mes de abril.