La Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) ha publicado un informe titulado ‘Ganando una ventaja. El papel de la eficiencia energética en la mejora de la competitividad’, donde analiza el progreso histórico de la eficiencia energética industrial y su papel en la mejora de la competitividad. El documento incluye comparaciones de la eficiencia energética a nivel de empresa, identificando brechas de rendimiento y oportunidades de mejora. Además, destaca las oportunidades emergentes en los mercados de eficiencia energética y ofrece recomendaciones para los responsables políticos, junto con estudios de caso relevantes.
Basándose en una encuesta de la IEA a 1.000 empresas de 14 países, el informe ofrece información sobre las perspectivas del sector. En el contexto global actual, la eficiencia energética no es solo una cuestión de política energética, sino también de política económica.
Potencial de la eficiencia energética
El documento está estructurado en un resumen para los responsables de políticas, demanda energética y competitividad, liberar el potencial de la eficiencia energética, oportunidades en los mercados de eficiencia, implicaciones políticas y estudios de caso.
Entre otros datos, el informe subraya que, hoy en día, las industrias mundiales pueden generar casi un 20% más de valor con una cantidad determinada de energía que hace dos décadas. Este progreso ha generado importantes beneficios a nivel nacional. Sin embargo, la reciente desaceleración mundial en el progreso de la eficiencia industrial podría debilitar la competitividad de las empresas.
Asimismo, indica que existe un importante potencial sin explotar a nivel empresarial. Mientras tanto, la fabricación de tecnologías de eficiencia energética representa una nueva oportunidad. La IEA destaca que la inversión mundial en eficiencia energética continúa acelerándose, con un aumento del 150% desde 2015. En una encuesta de la IEA a 1.000 empresas de 14 países, cerca del 80% de los líderes del sector afirman que la eficiencia energética es clave para su competitividad, sin embargo, los encuestados indican que se enfrentan obstáculos para implementar medidas más significativas, como costes iniciales considerables y una capacidad laboral insuficiente. En este sentido, el documento subraya que un enfoque político renovado puede posicionar la eficiencia energética como un pilar de la estrategia mundial.
Por otro lado, existen numerosas maneras en que los gobiernos pueden apoyar a la industria para reducir el consumo de energía y aumentar su competitividad. Un análisis de los países con mejor desempeño de la IEA sobre cómo logran y mantienen bajos niveles de intensidad energética industrial a la vez que siguen creciendo, identifica cinco mecanismos clave de política industrial compartida: políticas integrales de eficiencia energética, apoyo e interacción con redes industriales, apoyos fiscales específicos y mecanismos de financiación, inversión en investigación e innovación, y fuerte apoyo a las Normas Mínimas de Rendimiento Energético (MEPS) para motores y otros equipos industriales.