Tres de cada cuatro hogares conocían en el segundo trimestre de 2025 la existencia del bono social eléctrico, según el último Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre los servicios de energía. En concreto, el 75,1% declaró saber que existía este bono social para el suministro eléctrico. Entre quienes conocían el bono social eléctrico, el 63,1% afirmó estar al tanto de los requisitos necesarios para solicitarlo, mientras que el 36,9% restante lo conocía, pero no sabía identificar estos requisitos.

Los resultados forman parte del Panel de Hogares de la CNMC, una encuesta a hogares e individuos de periodicidad semestral. La encuesta de esta oleada se llevó a cabo en el segundo trimestre de 2025 e incluyó a 5.176 hogares y 8.709 individuos. Esta herramienta aporta una información amplia y diversa, y permite a la CNMC conocer mejor el punto de vista de los consumidores.
Panel de Hogares sobre los servicios de energía
El estudio también analiza hasta qué punto los hogares tienen en cuenta las diferencias de precio por horas en el suministro eléctrico. Casi la mitad, el 48,6%, no consideró estas variaciones horarias al planificar su consumo. En cambio, un 28,9% aseguró adaptar bastante sus hábitos, por ejemplo al poner la lavadora o encender la calefacción eléctrica o el aire acondicionado, y un 22,3% declaró hacerlo solo en parte.
En relación con los tipos de suministro, los datos del Panel de Hogares de la CNMC indican que más de la mitad de los hogares (52,2%) desconocía la diferencia entre contratar la electricidad en el mercado libre o en el regulado (PVPC), mientras que el 47,4% sí sabía distinguirlos. En el caso del gas natural, el 44,4% de los hogares con este servicio afirmó conocer la diferencia entre el mercado liberalizado y el regulado (TUR).
En cuanto a las fuentes de energía disponibles en los hogares, el 38,5% contaba únicamente con electricidad y gas natural durante el segundo trimestre de 2025. Además, el 27,2% utilizaba solo electricidad, mientras que el 18,9% combinaba electricidad y butano. El resto de los hogares disponía de otras combinaciones de suministros energéticos.