Un estudio revela los efectos positivos de la Eficiencia Energética en hogares con bajos ingresos

Infografía que muestra una casa y etiquetado de eficiencia energética.

Un estudio titulado «Eficiencia Energética para hogares de bajos ingresos», y en el que ha participado el centro CITCEA de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), describe las influencias positivas de mejorar la eficiencia energética tanto en los hogares de bajos ingresos como en la economía en su conjunto.

El estudio en el que ha participado UPC, demuestra que, con el fin de combatir de forma más eficiente la pobreza energética en los hogares con bajos ingresos, se debe tener en mayor consideración este grupo objetivo en las políticas de eficiencia energética.

Además de la UPC, han intervenido en este estudio SQ Consult (Países Bajos) y el Instituto Fraunhofer de Investigación en Sistemas e Innovación (Alemania), por encargo de la Comisión de Industria, Investigación y Energía (ITRE) del Parlamento Europeo.

Eficiencia energética e inclusión social

Además de la reducción del consumo energético y sus gastos asociados, el estudio cita los efectos positivos que la mejora de la eficiencia energética tiene en los hogares de bajos ingresos. Entre estos efectos positivos destacan la mejora del bienestar y la salud, así como el mantenimiento del valor de la propiedad del edificio. Además, debido a la menor factura energética, los hogares disponen de mayor presupuesto para el resto de gastos domésticos y, por lo tanto, la posibilidad de una mayor inclusión social.

Estos efectos positivos sólo pueden lograrse si se suprimen las barreras específicas de los hogares de bajos ingresos para implantar este tipo de medidas. Estas barreras incluyen la falta de capital para inversiones en eficiencia energética, la nula o insuficiente información y el dilema propietario-inquilino.

El informe aclara que las medidas de apoyo a la eficiencia energética pueden eliminar las barreras a la inversión, pero las típicas barreras que afectan a los hogares de bajos ingresos sólo pueden eliminarse si este grupo es explícitamente abordado con políticas específicas.

Recomendaciones

Como consecuencia, en este estudio se proponen seis recomendaciones generales, cada una con sugerencias específicas para las diferentes directivas de la UE. Estas recomendaciones son:

  1. Alcanzar definiciones comunes de consumidor vulnerable y pobreza energética para ayudar a estandarizar políticas y aumentar la visibilidad política, pero dejando a los Estados miembros la libertad de adaptar estas definiciones para tener en cuenta las diferencias entre países o regiones.
  2. Definir objetivos de la UE en materia de energía y clima en la legislación pertinente que aborden por igual todos los grupos de usuarios finales, incluidos los grupos más vulnerables. Una monitorización continua y requisitos de notificación sobre el cumplimiento de estos objetivos pueden ayudar a que este tipo de políticas también alcancen los hogares de bajos ingresos.
  3. Promover que los beneficios múltiples de la eficiencia energética se comuniquen de manera proactiva para educar a la sociedad sobre los efectos positivos que puede proporcionar, como una mejor salud y bienestar.
  4. Las barreras específicas que afectan a los hogares de bajos ingresos deben ser abordados en la legislación de la UE y por los Estados miembros en sus planes estratégicos para la renovación de edificios.
  5. Es recomendable dejar a los Estados miembros encontrar el mejor equilibrio entre las políticas de eficiencia energética y las medidas sociales para erradicar o reducir la pobreza energética debido a las grandes diferencias entre ellos.
  6. Utilizar la financiación proveniente de fondos sociales europeos, fondos de inversión o fondos de infraestructura de otros sectores que se beneficien de los impactos de la eficiencia energética, como por ejemplo los fondos de salud y bienestar social, para ser considerados como una alternativa o fuente de financiación adicional.
 
 
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