AENA incrementa el porcentaje de energía renovable para el suministro eléctrico de sus instalaciones

Aeropuerto. AENA.

Las instalaciones de AENA consumirán este año un mayor porcentaje de energía eléctrica de origen renovable. Desde el pasado 1 de enero de 2018, el 100% de la energía suministrada a los aeropuertos procede de fuentes limpias. También se incrementará hasta el 60% el origen renovable de la electricidad para todos los suministros de alta tensión.

En la última licitación de suministro eléctrico de AENA, aumenta el porcentaje de energía de origen renovable hasta el 60% en alta tensión y 100% en baja tensión.

Aena ha licitado el suministro de energía eléctrica para todos los centros gestionados por la compañía por un importe superior a los 64,6 millones de euros. Los contratos incluirán el suministro de energía eléctrica en alta y baja tensión para todos los aeropuertos de la red, así como para los servicios centrales de la compañía por un periodo de un año (2019), con posibilidad de una prórroga de un año más.

El expediente se divide en siete lotes. Los seis primeros corresponden al suministro de energía eléctrica en alta tensión, mientras que el séptimo contempla el suministro en baja tensión para todos los centros. El importe de licitación no incluye los costes de acceso a las redes de transporte y distribución para los suministros de alta tensión, que se contrata con las compañías distribuidoras.

Lucha contra el cambio climático

En la nueva licitación del suministro eléctrico, se mantendrá el lote ecológico para la baja tensión con un 100% de la energía eléctrica procedente de fuentes renovables, que ya supone un consumo verde para los aeropuertos desde el 1 de enero de 2018 y equivale a 700 viviendas domésticas al año.

Asimismo se incrementará hasta el 60% el origen renovable de la energía eléctrica para todos los suministros de alta tensión, lo que supondrá un consumo verde equivalente a 213.000 viviendas domésticas y 128.000 toneladas de CO2 evitadas a la atmósfera.

De esta manera, Aena implementa una de las medidas previstas en su Estrategia de Cambio Climático, en línea con los compromisos adquiridos en la Cumbre de París de 2015, que tiene como objetivo minimizar las emisiones de CO2 y culmina en un modelo de desarrollo bajo en carbono y resiliente al cambio climático.

 
 
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