Se estima que al menos el 10% de los hogares alemanes sufre pobreza energética. La mayor parte de las personas que sufre las consecuencias de este déficit energético es inquilino, lo que crea un obstáculo estructural, ya que la factura energética la asume el arrendatario, sin embargo, la decisión de realizar o no obras de eficiencia energética depende del propietario, según se desprende de un estudio realizado por el Buildings Performance Institute Europe (BPIE) y la Regulatory Assistance Project (RAP)
La pobreza energética es un problema relevante en Alemania. Sin embargo, no existe una definición generalmente aceptada de pobreza energética en el país germano. De hecho, el 10% de los hogares germanos sufre déficit energético y vive, casi en exclusiva, en régimen de alquiler. Por ello, los autores del estudio recomiendan la introducción de estándares mínimos de rendimiento energético para el alquiler.
Edificios de la postguerra
Además, los edificios afectados por insuficiencia energética son, en gran mayoría, inmuebles construidos durante la postguerra, es decir, entre los años 1949 y 1979, y se caracterizan principalmente por su bajo rendimiento energético. De hecho, el 80% de los hogares que no dispone de un sistema energético eficiente habita en un inmueble construido antes de 1980.
El informe alerta también entre la relación existente entre la pobreza energética y los ineficientes materiales de construcción que genera problemas de salud, especialmente durante los meses más fríos de invierno, en los que estas viviendas no proporcionan un sistema de calefacción adecuado.
El estudio recomienda mejorar la calidad de datos para diseñar unos estándares mínimos, tal y como hacen otros países, entre los que el informe destaca Canadá, Reino Unido, Francia y los Países Bajos, donde se han establecido unos estándares mínimos.