Valencia se convierte en icono de iluminación eficiente gracias a su estrategia de renovación del alumbrado urbano

El Plan de Eficiencia Energética del Ayuntamiento de Valencia se puso en marcha con el objetivo de modernizar tanto el alumbrado público de la ciudad como la iluminación de edificios municipales con tecnología más eficiente, aplicando criterios de sostenibilidad y de reducción de contaminación lumínica. Esta medida pretendía, por un lado, reducir la facturación de la electricidad y, por otro, que Valencia dejara de ser un ejemplo de contaminación lumínica para convertirse en referente de eficiencia energética. La ejecución de los proyectos IDAE I e IDAE II ha permitido modernizar el alumbrado en todos los distritos de la ciudad. Esta apuesta por el ahorro energético y la sostenibilidad han hecho posible que Valencia haya sido reconocida como “Ciudad ejemplar” por el Ministerio de Hacienda.

En 2017, el Ayuntamiento de Valencia inició su Plan de Eficiencia Energética, que contemplaba la modernización del alumbrado urbano, el cual no se había renovado desde los años 90.

En 2015, el alumbrado público de la ciudad de Valencia estaba conformado por un parque de más de 107.000 puntos de luz, con una potencia superior a los 25 MW, lo que suponía un alto consumo energético y un elevado índice de emisiones de CO2 así como una alta contaminación lumínica. La instalación contaba con modelos de luminarias obsoletos, de bajo rendimiento lumínico, altos costes de explotación y elevadas facturas energéticas que cada año superaban los 13 millones de euros.

Tal y como explica esta entidad local, el programa para la renovación de alumbrado municipal tenía como objetivo renovar las instalaciones de alumbrado público aplicando criterios de eficiencia energética, consiguiendo el máximo ahorro energético y reducción de las emisiones de CO2 posible. Este planteamiento exigía la utilización de la tecnología innovadora más reciente y el cumplimiento de las normativas vigentes, alcanzar un ahorro mínimo de energía del 30% respecto al consumo anterior, así como obtener una calificación energética A o B.

IDAE I e IDAE II

Con el fin de reducir la factura eléctrica de la ciudad, así como su impacto lumínico y medioambiental, el consistorio valenciano emprendió entre 2017 y 2018 la renovación de sus instalaciones de alumbrado público, cuyo equipamiento anticuado no se había renovado desde 1990. Esta actuación se llevó a cabo en dos fases diferenciadas, a las que se denominó IDAE I e IDAE II.

Valencia recibe el reconocimiento de ciudad ejemplar por sus buenas prácticas en iluminación eficiente.

En la primera, que finalizó en junio de 2018, se intervinieron un total de 31.691 luminarias de las que 27.302 fueron sustituidas por otras más eficientes. Además, se renovaron 4.389 luminarias esféricas instaladas de baja altura, colocando en gran parte de ellas luminarias LED de nueva adquisición.

En la segunda fase, cuyas obras finalizaron en junio de 2020, los técnicos municipales han intervenido en 10.875 puntos de luz adicionales, donde los trabajos han consistido en la renovación y mejora de las luminarias de baja eficacia luminosa por otras con fuente luminosa LED de alto rendimiento.

Como resultado, la concejalía de Gestión de Recursos transformó una instalación de 107.000 puntos de luz con una potencia de 25 MW en una instalación que ahora no sobrepasa los 8 MW.

Las nuevas farolas instaladas en calles, avenidas y paseos marítimos de la ciudad han permitido al ayuntamiento lograr los objetivos de su estrategia de renovación del alumbrado público, es decir, un ahorro energético del 30% y obtener una calificación energética Clase A.

De esta manera, Valencia ha logrado una reducción del consumo de energía eléctrica de aproximadamente 27.725 MWh al año, lo que supone evitar la emisión de 13.403 toneladas de CO2 anuales. Por su parte, el gobierno local se ahorrará cerca de 1,45 millones de euros al año en la factura de la luz.

Unas cifras que conforman un ahorro del 74% en el consumo inicial de la instalación intervenida y un 24% sobre el consumo total de todo el alumbrado de la ciudad.

Estos trabajos de renovación han requerido de un presupuesto de casi cuatro millones de euros en cada fase. Es decir, se han invertido en total ocho millones de euros, financiados de manera íntegra con fondos FEDER, gestionados por el IDAE (Instituto para el Desarrollo y Ahorro de Energía). Por lo tanto, estas actuaciones se han llevado a cabo con cargo a un préstamo al 0% de interés.

Características de las nuevas luminarias

En ambos proyectos, la concejalía de Gestión de Recursos ha realizado dos tipos de intervenciones según el modelo de luminaria: “València” y “Fernando VII”.

Por un lado, han sido sustituidas todas las luminarias del modelo “València”, conocidas como farolas de bola. Tras muchos años iluminando la ciudad, estos puntos de luz se habían llegado a convertir en icono de las calles valencianas, por lo que el consistorio decidió conservar la parte ornamental consistente en una corona.

Los nuevos puntos de luz instalados en toda la ciudad consisten en una fuente luminosa led cálido, de potencia variable según cálculos, que será principalmente de 51 a 75 W y temperatura de color correlacionada TCC 2700ºK.

Las antiguas e ineficientes luminarias de bola han sido retiradas y sustituidas por fuentes luminosas más sostenibles, aunque se ha mantenido la corona como parte ornamental.

Se trata de luminarias de elevadas prestaciones fotométricas, una tipología de led más cálida de lo convencional, con un reducido componente de luz azul, lo cual ofrece una iluminación más agradable, confortable y respetuosa con las personas y con el medio ambiente.

En la segunda actuación por modelo de luminaria se ha intervenido en las farolas “Fernando VII”. En este caso han sido eliminadas todas aquellas que tenían instaladas luces de 400 W. También ha sido retirada la gran mayoría de las farolas con luces de 250 W así como otras unidades existentes de 150 W.

En los proyectos IDAE I e IDAE II se han llevado a cabo dos tipos de intervenciones que han tenido en cuenta el modelo de luminarias a sustituir.

Se ha sustituido la luminaria, los equipos y el bloque óptico por un dispositivo de LED cálido (placa horizontal de LED), de idénticas prestaciones que una luminaria de LED. Además, se han cambiado los cristales, que antes eran traslúcidos, por otros totalmente transparentes, de menor absorción del flujo luminoso y de mejor resultado luminotécnico.

Reinversión de ahorros energéticos

Según ha explicado la concejala de Gestión de Recursos del Ayuntamiento valenciano, Luisa Notario, la factura energética en 2014 era de casi 19,9 millones de euros, mientras que la factura de 2019 se redujo hasta los 15,6 millones, cifra que supone un descenso superior a los 4,2 millones de euros.

Lo más destacable de la actuación llevada a cabo por el ayuntamiento ha sido la elaboración e implementación de una estrategia de renovación del conjunto del alumbrado público de Valencia, que estableció unos criterios claros y definidos para determinar las soluciones técnicas y económicas más ventajosas para cada caso, lo que permitió satisfacer las necesidades de iluminación con la mejor relación coste-beneficio.

Este consistorio buscó optimizar al máximo la inversión, primando el ahorro económico de la instalación, planteamiento que ha permitido actuar sobre un mayor número de puntos de luz, obteniendo, finalmente, un mayor ahorro energético global.

Los ahorros conseguidos se han podido invertir en nuevas medidas vinculadas con la sostenibilidad y mejora del alumbrado público, así como en otras políticas también encaminadas a mejorar servicios municipales.

Valencia, ciudad ejemplar

La firme apuesta del Ayuntamiento de Valencia y de su personal técnico para mejorar el alumbrado urbano ha conseguido que la ciudad deje de ser ejemplo de contaminación lumínica y derroche energético para convertirse en paradigma de eficiencia, sostenibilidad y buenas prácticas medioambientales.

Valencia ha dejado de ser un ejemplo de derroche energético y contaminación lumínica para convertirse en icono de iluminación eficiente y sostenible.

Por ese motivo, el Ministerio de Hacienda, a través de la Dirección General de Fondos Europeos perteneciente a la Secretaría de Estado de Presupuestos y Gastos, ha admitido los proyectos de la ciudad de Valencia como “ejemplos de buenas prácticas” en materia de inversiones para mejorar la eficiencia de las instalaciones de alumbrado público, a propuesta del IDAE.

 
 
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