El proyecto Replace facilita las herramientas para reemplazar los viejos sistemas de calefacción por otros sostenibles

Chico joven programando la calefacción.

El proyecto Horizonte 2020 Replace, financiado por la Unión Europea, pretende motivar y ayudar a las personas a reemplazar sus viejos sistemas de calefacción con alternativas más respetuosas con el medio ambiente. Para lograrlo, Replace se dirige a cuatro grupos fundamentales: las autoridades públicas, los intermediarios, los inversores profesionales y los consumidores. Lo hace a través de grupos locales que permiten conectar a gobiernos locales, asociaciones, instaladores y clientes.

El proyecto Replace pretende informar a los consumidores e instaladores de las mejores opciones para sustituir la calefacción y refrigeración por energías renovables.

El proyecto ha analizado los factores que influyen en las decisiones, las barreras legales y reglamentarias, las soluciones potenciales y los ejemplos de mejores prácticas, al reemplazar equipos de calefacción y refrigeración e implementar medidas de eficiencia energética en edificios residenciales. El análisis cubre nueve países europeos diferentes: España, Alemania, Austria, Bulgaria, Croacia, Eslovenia, Serbia, Bosnia-Herzegovina y Macedonia del Norte.

El proyecto Replace comenzó en noviembre de 2019 y finalizará en octubre de 2022. Cuenta con un presupuesto de 1.999.878,75 euros financiado íntegramente por la Unión Europea. Además, está coordinado por la Agencia Austriaca de Energía y cuenta con la participación de otros 11 socios más. Entre ellos están dos españoles: el Ente Público Regional de la Energía de Castilla y León (EREN) y la consultoría Escan.

Los objetivos del proyecto Replace

Replace tiene nueve objetivos principales. Lo primero es entender el mercado de la calefacción, así como las necesidades de los consumidores finales, los intermediarios (como instaladores, suministradores, asesores energéticos) e inversores. Además, busca identificar y reducir las barreras del mercado y fomentar un entorno propicio, así como servicios mejores y más fiables.

Por otro lado, pretende mejorar la planificación y la seguridad de las inversiones, así como informar mejor a todas las partes interesadas de los beneficios de la sustitución de un sistema de calefacción o refrigeración por otro renovable, de acuerdo con sus necesidades de información y formatos preferidos.

Además, quiere que los consumidores tomen decisiones informadas y se fomente un comportamiento energético sostenible. También procura crear e implementar campañas de sustitución adaptadas a las condiciones regionales, venciendo las barreras existentes, en diez regiones europeas, promoviendo que los hallazgos del proyecto estén disponibles para su replicación en otras regiones.

Finalmente busca fortalecer la confianza de los consumidores en los sistemas de calefacción o aire acondicionado renovables y en las empresas suministradoras, instaladoras o proveedoras de servicios que incluyen renovables. Pero además, anhela una transferencia de conocimientos de los países más avanzados a los menos avanzados en este campo, por ejemplo, mediante la formación de instaladores en países de Europa sudoriental.

En definitiva, el proyecto Replace aborda la pobreza energética, las cuestiones de género y reduce el riesgo de posibles crisis de calefacción, apoyando el uso de fuentes de energía renovables regionales (como energía solar térmica, bombas de calor o biomasa) y equipos fabricados dentro de la UE.

Dos herramientas fundamentales

Replace cuenta con dos herramientas principales. Se trata de la calculadora de sistemas de calefacción y las matrices de calefacción.

La calculadora o ‘Replace Your Heating System Calculator’ permite aumentar la concienciación de los consumidores y los inversores sobre los beneficios económicos y ambientales de la sustitución de sistemas de calefacción y refrigeración. Además, promueve las acciones colectivas en solo tres pasos.

La calculadora estará disponible a partir del mes de julio y ayudará a los usuarios en sus sustituciones de calefacción hasta finales de 2025.

Tiene en cuenta cinco parámetros: el consumo de energía actual, el sistema de suministro de calor y preparación de agua caliente, la posibilidad de una conexión a una red de calefacción urbana/ local, la disponibilidad de una sala de almacenamiento de combustible de biomasa y la accesibilidad de un camión de pellets. Los resultados se muestran gráficamente de cuatro formas diferentes y se pueden calcular las viviendas unifamiliares, pero también los edificios de hasta 1.500 m² de superficie. La herramienta estará disponible a partir del mes de julio y ayudará a los usuarios en sus sustituciones de calefacción hasta finales de 2025.

Por su parte, las matrices de calefacción de Replace muestran qué tipo de sistema de calefacción basado en fuentes de energía renovable, o en una conexión a la red de calefacción urbana, es más adecuado para viviendas unifamiliares o para edificios de viviendas. En este proyecto, los sistemas de calefacción se clasificaron en un sistema de semáforo. La gradación se basa en un amplio catálogo de criterios, en el que se da una gran importancia al confort de la calefacción, los costes de inversión y las emisiones de CO2.

Tres casos prácticos en España

En España, el proyecto se centra en promover sistemas de biomasa en el sector residencial (viviendas unifamiliares, adosados ​​o bloques de pisos) y los sistemas de District Heating alimentados con biomasa en Castilla y León.

En concreto se han realizado tres instalaciones diferentes: una instalación de biomasa en una vivienda unifamiliar de Aranda de Duero, otra en un edificio de varias plantas en Salamanca y otra en un dúplex con un sistema de calefacción de hidro estufa.

La primera se ha instalado en una subestación en la actual red de calefacción (district heating) de Aranda de Duero para sustituir el servicio prestado anteriormente por una caldera de gasóleo de 600 kW. La subestación de la red de Duero ha pasado a utilizar biomasa como combustible en lugar de gasóleo y da servicio a un edificio compuesto por 48 viviendas de uso residencial.

Esta subestación de la red de Duero utiliza biomasa como combustible y se utiliza en un edificio residencial con 48 viviendas.

Algunas de las razones para instalar este sistema de biomasa fueron el ahorro económico (mínimo del 10%), la mejora medioambiental (las emisiones bajan de 163 t a 8 t de CO2) y una inversión inicial nula. El montaje de la instalación duró 3 semanas. La comunidad obtuvo, desde el primer mes, ahorro económico y la fiabilidad del sistema de calefacción del edificio ha mejorado desde que se eliminó la antigua caldera de gasóleo.

En Salamanca, se sustituyó hace un año una caldera de carbón centralizada porque estaba cerca del final de su vida útil por una caldera de biomasa, también centralizada. Se instaló en un edificio residencial con vecinos principalmente de la tercera edad, que no querían una caldera individual porque temían no hacerla funcionar. La caldera está completamente equipada, cuenta con dos tanques de almacenamiento de 1.000 y 1.500 l, 3 contadores y conexión ADSL.

Durante el proceso de instalación se tuvieron que realizar modificaciones en el suelo de la sala de calderas debido a la antigüedad del edificio que fueron reparados por la empresa instaladora, provocando algunos pequeños retrasos. Al optimizar el funcionamiento de la caldera mediante un mejor control están empezando a lograr ahorros energéticos adicionales. Una vez que el funcionamiento de la caldera esté totalmente optimizado, esperan un ahorro de unos 7.000 euros anuales en comparación con la situación anterior.

El tercer caso de éxito es en un dúplex con un sistema de calefacción de hidro estufa que utiliza una pequeña hidro estufa que funciona con pélets. El sistema proporciona a la casa 14 kW de potencia de calefacción y tiene un tanque de doble serpentín de 200 litros de almacenamiento de agua caliente que funciona combinado con dos paneles solares térmicos.

El sistema de calefacción de hidro estufa tiene muchos beneficios: es un sistema automático, calienta bien la casa, el combustible es más ecológico y es fácil de usar.

La distribución de la calefacción es a través de radiadores de aluminio regulados por 3 termostatos, colocados por toda la casa y conectados con 3 válvulas solenoides que controlan los circuitos. La familia decidió invertir en biomasa por razones medioambientales y de confort de calefacción.

Soluciones paquetizadas

La mitad del consumo de energía de Europa se utiliza para calefacción o refrigeración. Sin embargo, dos tercios de los sistemas de calefacción instalados en Europa, es decir, 80 millones de unidades, son ineficientes. El grupo de trabajo local creará un entorno favorable, propondrá soluciones de sustitución paquetizadas atractivas y permitirá a los consumidores finales tomar decisiones informadas.

Los elementos de estas soluciones paquetizadas pueden incluir algunas actuaciones como el etiquetado de las calderas, facilitar el acceso a asesores y consultores energéticos, un paquete de financiación, una acción colectiva como por ejemplo el aislamiento térmico de la cubierta en casas unifamiliares, la aplicación colectiva de medidas a bajo costo o la compra conjunta de sistemas fotovoltaicos.

También podría ofrecerse, por parte de los instaladores listados, un todo incluido que contenga la eliminación del equipo obsoleto y combustible, la instalación y puesta en marcha del nuevo sistema y la solicitud de permisos y subvenciones si existieran.

 
 
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