La Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes), la Fundación Renovables y la Asociación de Empresas de Redes de Calor y Frío (Adhac) han presentado una guía práctica dirigida a los municipios de más de 45.000 habitantes para impulsar planes de climatización de frío y calor. Esta guía se basa en cuatro ejes de actuación: medidas activas, medidas pasivas, participación pública e involucración ciudadana, y financiación.
Este documento está diseñado para apoyar a los ayuntamientos de más de 45.000 habitantes que, en cumplimiento de la Directiva relativa a la eficiencia energética, deben acometer transformaciones urbanas orientadas a adaptar edificios —públicos y privados— al cambio climático y reducir el consumo energético.
En España, el sector residencial representa el 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La Directiva relativa a la eficiencia energética es fundamental para revertir esta situación y hacer que las ciudades reduzcan su huella de carbono. En este contexto, los planes de calor y frío se perfilan como una de las herramientas más transformadoras.
Aunque la normativa europea insta a su adopción, en España solo un municipio —de los 162 con más de 45.000 habitantes que están obligados por ley— ha desarrollado un plan de frío y calor. Por ello, para que estos municipios desarrollen planes de calor y frío, se ha creado esta guía práctica.
Ejes de la guía de planes de calor y frío
La guía práctica se ha estructurado en torno a cuatro ejes de actuación principales. El eje 1 incluye medidas activas, centradas en la mejora de la eficiencia energética mediante la sustitución o modernización de equipos de climatización, preferentemente por tecnologías renovables y sistemas de alta eficiencia. El eje 2 abarca medidas pasivas, que comprenden soluciones constructivas y basadas en la naturaleza para reducir la demanda energética. Los municipios pueden ir más allá y aplicar soluciones de renaturalización en zonas aledañas a los edificios.
Por su parte, el eje 3 de participación pública e involucración ciudadana garantiza la aceptación social de las medidas adoptadas, fomenta su uso adecuado y estimula la implicación activa de la ciudadanía en la transición energética. Finalmente, el eje 4 se refiere a financiación orientada a la canalización de fondos públicos y a la optimización de los recursos económicos disponibles, facilitando la elaboración del plan y la ejecución de medidas tanto en el corto como en el largo plazo.
El objetivo es mejorar las condiciones de habitabilidad; facilitar la proximidad y acceso de equipos y servicios; recuperar el uso del espacio público; y mejorar la salud pública de las ciudades.