El Ayuntamiento de Dénia ha renovado sus compromisos de adhesión al Pacto de las Alcaldías para el Clima y la Energía impulsado por la Comisión Europea, que tiene como objetivo para el año 2050 acelerar la descarbonización del territorio, fortalecer la capacidad de adaptación a los efectos del cambio climático y permitir a la ciudadanía el acceso a fuentes de energía sostenibles y asequibles. Entre las exigencias que deben cumplir los municipios firmantes del pacto está la elaboración de un Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible que incluya la estrategia a seguir, un inventario de emisiones de referencia, el análisis de riesgos y vulnerabilidades y una propuesta de acciones de mitigación. En este sentido, el PACES de Dénia se divide en dos partes fundamentales.
El documento del Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible de Dénia lo ha redactado la empresa Grupo Silvoturismo Servicios Ambientales.
Además, con el PACES aprobado, el Ayuntamiento de Dénia puede optar a la convocatoria de subvenciones ‘Ayudas para la soberanía energética de los municipios y la resiliencia del territorio’. Esta línea de ayudas es específica para actuaciones incluidas en el Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible de los municipios de la Comunidad Valenciana.
Medidas de mitigación y adaptación del PACES de Dénia
El PACES de Dénia se divide en dos apartados: un plan de mitigación para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; y un plan de adaptación donde se analizan los riesgos y vulnerabilidades específicos que el cambio climático presenta para Dénia, y además se proponen un conjunto de acciones de adaptación adecuadas para el municipio.
En cuanto a las medidas de mitigación, el plan destaca algunas en las que el ayuntamiento ya ha avanzado, como la mejora de la eficiencia energética del alumbrado público, que con la contratación de la empresa de servicios energéticos ya se ha realizado la transición al sistema LED; promover la instalación solar fotovoltaica para la producción de energía eléctrica (en este caso también la ESE ya tiene en marcha placas solares en instalaciones municipales para abastecer el consumo en edificios públicos); o un plan de movilidad urbana sostenible.
Otras propuestas incluyen la formación del funcionariado en buenas prácticas energéticas, la sectorización del alumbrado interior y mecanismos de encendido en edificios municipales, la renovación de los sistemas de aire acondicionado, campañas de información y sensibilización en el ámbito residencial y en el sector servicios, una ordenanza de construcción sostenible o el fomento del autoconsumo colectivo y las comunidades ciudadanas de energía y de la rehabilitación energética de las viviendas, entre otras.
Respecto al apartado de medidas de adaptación al cambio climático, el PACES destaca la necesidad de reformar edificios e infraestructuras, aumentar la superficie de áreas verdes, reducir el consumo de agua, mejorar la gestión de los residuos e impulsar acciones relacionadas con la salud y la sensibilización de la población.