El Ayuntamiento de Durango, en la provincia de Vizcaya, ha formalizado su adhesión al Pacto de los Alcaldes por el Clima y la Energía, sumándose al compromiso de promover una energía limpia, segura y sostenible. Esta adhesión compromete al ayuntamiento a elaborar, en el plazo de dos años, un Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible con medidas para reducir las emisiones y combatir la pobreza energética, contando con apoyo técnico y acceso a recursos europeos.
Esta iniciativa, impulsada en Europa por la Comisión Europea y apoyada en Euskadi por EUDEL y el Gobierno Vasco, busca avanzar hacia una Europa más justa y climáticamente neutra, fomentando la acción local como herramienta clave para abordar los desafíos globales.
Reducción de emisiones y pobreza energética
La adhesión al Pacto de los Alcaldes supone un compromiso por parte del ayuntamiento para desarrollar y aplicar políticas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero, combatan la pobreza energética y refuercen la resiliencia del municipio frente a los efectos del cambio climático. Estos compromisos se materializarán en un Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible, que deberá aprobarse en el plazo máximo de dos años.
Este plan será una herramienta estratégica que permitirá a Durango definir acciones concretas y adaptadas a su realidad local para cumplir los objetivos de neutralidad climática para 2050. Además, se garantizará que la transición sea justa, inclusiva y respetuosa con las personas.
Gracias a esta adhesión, Durango pasa a formar parte de una red europea activa, lo que le permitirá acceder a herramientas técnicas, oportunidades de formación y financiación, así como intercambiar experiencias con otros municipios europeos que comparten los mismos objetivos. Asimismo, el ayuntamiento contará con el acompañamiento técnico de entidades como la Sociedad Pública de Gestión Ambiental del País Vasco Ihobe, la Red Udalsarea 2030 y el Ente Vasco de la Energía (EVE), lo que facilitará tanto la elaboración del plan como la puesta en marcha de acciones efectivas de mitigación, adaptación climática y pobreza energética.
En este proceso se fomentará además la implicación activa de vecinos, agentes sociales, centros educativos, empresas locales y entidades del tercer sector, para construir un municipio más sostenible, poniendo a la ciudadanía en el centro.