Buenas prácticas para mejorar la Eficiencia Energética de un país

El pasado mes de julio, American Council for an Energy-Efficient Economy (ACEEE) publicó la III Clasificación Internacional de Eficiencia Energética. Por segundo año consecutivo, Alemania se ha situado en el puesto más alto de los 23 países participantes en la competición, los cuales representan el 75% del consumo energético del planeta. Estrictas medidas de ahorro energético, ambiciosos objetivos y rigurosos programas de incentivos constituyen la clave del éxito alemán. 

La elaboración de este listado tiene por objetivo comparar las políticas de eficiencia energética que se llevan a cabo en los países con mayor consumo de energía y, en segundo lugar, identificar las mejores prácticas que los estados pueden implantar para mejorar su eficiencia energética. Se llevan la palma en este sentido regiones de la Unión Europea como Alemania, Italia, Francia y Reino Unido, junto a Estados Unidos y naciones de Asia Oriental como Japón y China. Entre todos ellos, España ocupa el séptimo lugar.

Metodología

En la edición de 2016, ACEEE ha utilizado 35 métricas para evaluar el compromiso de estos estados con el rendimiento energético, agrupadas en cuatro categorías: esfuerzos energéticos nacionales,  edificación, industria y transporte. Para cada una de esas categorías se ha asignado un baremo de 25 puntos, siendo 100 el total que se pueden alcanzar.

El líder de la clasificación, Alemania, ha obtenido una marca de 73,5 puntos, seguido muy de cerca por Italia y Japón, que empatan en el segundo puesto con 68,5 puntos. En el extremo opuesto se encuentran Arabia Saudí, con 15,5 puntos, Brasil (32,5) y Sudáfrica (33).

Consumo total de energía primaria de los 23 mayores consumidores de energía. Datos de 2013. Fuente: IEA 2016f.

Es interesante señalar que ha habido países que han obtenido la máxima puntuación posible en, al menos, uno de los indicadores, lo cual demuestra que si hubieran replicado sus buenas prácticas en las demás métricas, podrían haber alcanzado la máxima puntuación. El hecho de que ninguno de los estados haya obtenido el 100% demuestra, según se explica en el informe, que hay que seguir trabajando y aplicar mayores esfuerzos para mejorar la eficiencia energética.

Puntuaciones totales y por categorías.

Gracias al informe elaborado por ACEEE podemos identificar en cada una de las categorías estudiadas aquellas prácticas que garantizan los mejores resultados. Veremos el caso alemán, que se ha situado en primer lugar en las categorías de esfuerzos nacionales, edificación e industria.

Alemania

Esfuerzos nacionales

Este país ha emergido como líder en eficiencia energética gracias a fuertes políticas nacionales y ambiciosos objetivos, que han ido más allá de los propuestos por la Unión Europea. En 2014 lanzó su Plan Nacional de Acción de Eficiencia Energética (NAPE) como parte de su programa de transición energética. NAPE está centrado en tres estrategias:

Edificación

En cuanto a edificación, el gobierno germano adoptó en 2002 la Ordenanza Nacional de Ahorro de Energía que establecía unos requerimientos de rendimiento para los edificios nuevos y para los existentes sometidos a reforma. Esta normativa también esbozaba las directrices para un etiquetado energético. Además, la estrategia alemana para la eficiencia energética de los edificios se ha centrado en la rehabilitación de antiguos inmuebles construidos entre 1950 y 1980.

Importantes son también las ayudas públicas. En 2006 se puso en marcha un programa de incentivos económicos (KfW Energy-Efficient Construction Programme) para fomentar la construcción y la rehabilitación de edificios residenciales o terciarios con la condición de que cumplieran criterios de eficiencia energética superiores a los mínimos establecidos por ley.

Industria

ACEEE destaca que la intensidad energética del sector industrial en Alemania es relativamente baja en comparación con otros países. En 1995 la industria germana y el gobierno federal firmaron un acuerdo para reducir las emisiones de CO2 y en 2012 se establecieron objetivos anuales de reducción de la intensidad energética hasta 2020. Como medida de fomento, las compañías que cumplen sus objetivos reciben beneficios fiscales como la exención de determinados impuestos. 

Este país también se ha propuesto que en el año 2020 el 25% de la electricidad proceda de la cogeneración. Para ello se han introducido instrumentos para el desarrollo y uso de la cogeneración, como la exención de impuestos o la aprobación de incentivos financieros. 

España, ejemplo en la categoría de edificación

Con 62 puntos totales, España ocupa el séptimo puesto en la clasificación general de los países más eficientes, destacando su posición en la categoría de la edificación, donde obtuvo 17,5 de los 25 puntos posibles. 

El documento de ACEEE destaca la relevancia que las exigencias técnicas normativas han tenido para mejorar la eficiencia energética en los edificios comerciales y residenciales, tanto nuevos como rehabilitados. También se menciona que es uno de los países que ya ha implementado un programa de certificación energética de edificios así como las campañas de difusión del etiquetado energético. 

En la categoría de esfuerzos nacionales, nuestro país se sitúa en sexto lugar. Para llegar a este resultado,  la asociación americana menciona las políticas españolas basadas en la Directiva Europea de Eficiencia Energética cuyos objetivos de ahorro energético para 2020 son de un 20%. 

Citando textualmente el texto: «El Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE), la agencia nacional encargada de promocionar la eficiencia energética, está implementando este objetivo prestando especial atención en mejorar la intensidad energética alrededor de un 2% cada año desde 2010 y 2020. Mediante este objetivo y mediante políticas de apoyo, España ha alcanzado el éxito en sus esfuerzos nacionales».

En contrapartida, el informe indica que aún hay mucho margen de mejora en la industria y el transporte. En concreto entre los puntos pendientes se pone como ejemplo la cogeneración, cuya política de objetivos e incentivos no se corresponde con la realidad. La asociación americana destaca la alta eficiencia que tenían las plantas de cogeneración españolas antes de la reforma del mercado eléctrico de 2013, cuando fueron abolidos los aranceles de conexión y otras medidas de apoyo.

 
 
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