Los indicadores de pobreza energética en España mejoran en 2019

Publicación del Miteco

El Informe de Actualización de Indicadores 2020 de pobreza energética, publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), muestra una mejora en todos los indicadores utilizados para medir esta problemática con respecto a 2018, que se sitúan en valores similares o inferiores a los de 2016, tras el repunte observado en 2017.

El informe recoge los datos de 2019 para mejorar el conocimiento y el abordaje de la pobreza energética.

En 2019 destaca el descenso de los valores de temperatura inadecuada en la vivienda en invierno y de retraso en el pago de facturas de suministros de la vivienda. Y también disminuye el indicador de gasto desproporcionado y el de pobreza escondida en hogares.

El documento del Miteco recoge los datos de 2019 para mejorar el conocimiento y el abordaje de la pobreza energética y cumplir con el compromiso adquirido tras la aprobación de la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024 (ENPE).

El informe analiza la evolución en 2019 de la pobreza energética en España respecto a años anteriores a través de los cuatro valores propuestos por el Observatorio Europeo de Pobreza Energética (EPOV), adoptados en la ENPE como indicadores principales para monitorizar su seguimiento en nuestro país.

Cuatro indicadores para medir la pobreza energética

Desde el Miteco explican que, pese a la mejora generalizada de los datos, si se realiza una comparación de los cuatro indicadores, se puede concluir que los problemas que afectan a una mayor parte de la población continúan siendo el gasto energético desproporcionado y la pobreza energética escondida.

Evolución de los cuatro indicadores de pobreza energética desde el año 2016 hasta el año 2019. Fuente: Miteco.

El año pasado, un 16,7% de los hogares contaba con un gasto energético desproporcionado -es decir, un gasto energético sobre los ingresos superior al doble de la media nacional-, una cifra ligeramente inferior al 16,9% del año anterior. Además, el 10,6% de los domicilios estaban afectados por la pobreza energética escondida, lo que implica un gasto energético absoluto inferior a la mitad de la media nacional. Este valor ha disminuido 0,4 puntos porcentuales con respecto a 2018.

Por otro lado, el 7,6% de la población tuvo problemas para mantener su vivienda a una temperatura adecuada durante el invierno, cifra que mejora 1 punto porcentual y medio con respecto a 2018. Mientras que un 6,6% de la población tuvo retrasos en el pago de facturas de suministros de la vivienda, un valor que refleja el mayor descenso de los últimos años: 0,6 puntos porcentuales.

Tanto el gasto desproporcionado como el porcentaje de hogares que no pueden mantener una temperatura adecuada en invierno reflejan el nivel de eficiencia energética de los hogares, mientras que la pobreza energética escondida y el porcentaje de hogares con retraso en el pago de facturas están directamente relacionados con la necesidad de una medida prestacional a corto plazo que garantice el suministro eléctrico.

El informe refleja que estos indicadores obtienen valores más altos en hogares con personas desempleadas, con rentas bajas, en pisos con alquiler de renta antigua y en hogares sin calefacción.

 
 
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