Las nuevas normas de la UE sobre diseño ecológico y etiquetado energético se aplican a los smartphones, teléfonos inalámbricos y tablets comercializados en la UE desde el pasado 20 de junio. Diseñadas para aumentar la vida útil del producto, la eficiencia energética y la facilidad de reparación, estas medidas también ayudarán a los consumidores a tomar decisiones de compra más informadas y sostenibles, y por primera vez, los productos deberán mostrar una puntuación de reparabilidad en la etiqueta. Según la Comisión Europea, se prevé que los teléfonos inteligentes y las tablets ahorren 2,2 TWh de electricidad consumida por los ciudadanos al utilizar estos dispositivos para 2030, y que los consumidores ahorren 20.000 millones de euros en gastos en 2030.
La Comisión Europea adoptó los nuevos reglamentos de diseño ecológico y etiquetado energético para teléfonos inteligentes y tablets en julio de 2023. Las nuevas normas promoverán el consumo sostenible y el ahorro, y reducirán el impacto ambiental, contribuyendo así a los objetivos de eficiencia energética de la UE, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y promoviendo la economía circular. Además, ayudarán a optimizar el uso de materias primas críticas y a facilitar su reciclaje.
Requisitos de ecodiseño y etiquetado energético
Los nuevos requisitos de ecodiseño y etiquetado energético se recogen en dos piezas legislativas clave para este tipo de productos. El Reglamento de Diseño Ecológico establece requisitos mínimos para los teléfonos móviles, teléfonos inalámbricos y tabletas que se vendan en el mercado de la UE para garantizar mayor resistencia a caídas, arañazos, polvo y agua; uso de baterías más duraderas, capaces de al menos 800 ciclos de carga, conservando al menos el 80% de su capacidad inicial; normas claras sobre desmontaje y reparación, que exigen a los fabricantes suministrar piezas de repuesto clave en un plazo de 5 a 10 días laborables y durante al menos 7 años después de que el modelo del producto ya no se venda en la UE; mayor disponibilidad de actualizaciones del sistema operativo, al menos cinco años a partir de la fecha de venta del último modelo de unidad; y acceso justo para los reparadores profesionales al software o firmware necesario para las reparaciones.
Por otro lado, según el Reglamento de etiquetado energético, los teléfonos inteligentes y tablets deben mostrar información sobre eficiencia energética, la duración de la batería y la resistencia al polvo, al agua y a las caídas.
Además, por primera vez, los productos comercializados en la UE también deberán mostrar una puntuación de reparabilidad. Esta puntuación, de la A (más reparable) a la E (menos reparable), aparece en la etiqueta junto con otros detalles clave para ayudar a prolongar la vida útil del producto para los consumidores.
La etiqueta energética propuesta y la información del producto que la acompaña estarán disponibles a través de la base de datos pública EPREL. La etiqueta junto con la ficha de información del producto será fácil de descargar, lo que permitirá a los usuarios tomar una decisión de compra con pleno conocimiento.