La red de calor de la Universidad de Valladolid actualmente abastece de calefacción y agua caliente sanitaria a 32 edificios públicos. Ahora, la Junta de Castilla y León, a través de Somacyl, ha sacado a licitación la ampliación de la red de calor sostenible de la Universidad de Valladolid para extenderla al barrio de Los Viveros. El proyecto supondrá una inversión de más de un millón de euros y permitirá extender la red de suministro térmico a nuevas edificaciones, incluyendo viviendas públicas y un centro de salud. La nueva infraestructura contará con la última tecnología en digitalización y control para optimizar la eficiencia energética del sistema.
El proyecto para ampliar la red de calor de la Universidad de Valladolid cuenta con una inversión de 1.039.158,99 euros y un plazo de ejecución de 4,5 meses. Los interesados pueden presentar sus ofertas hasta el 23 de julio a las 14:00 horas.
Red de calor de la Universidad de Valladolid
La central generación de energía térmica se ubica en el campus Miguel Delibes, y alberga cuatro calderas de biomasa con una potencia térmica total de 19.100 kW nominales. La infraestructura cuenta con una instalación solar fotovoltaica en autoconsumo para generar una parte de la energía eléctrica necesaria y un sistema de almacenamiento de calor sensible de 3.500 m3. Desde la central de generación parten dos ramales bitubulares de canalizaciones de transporte de calor urbano, uno interno en el Campus Miguel Delibes y otro que se extiende hacia el centro de la ciudad para atender al Campus Esgueva y el Hospital Clínico.
La canalizaciones están enterradas mediante tuberías de acero preaislado diseñadas para el transporte eficiente de fluidos. La red tiene actualmente cerca de 12 kilómetros de longitud, con un avanzado sistema de detección de fugas. El fluido caloportador utilizado es agua caliente, habiéndose dimensionado el sistema para un salto térmico de 20ºC entre ida y retorno.
Cada edificio conectado cuenta con una subestación de intercambio, ubicada en las actuales salas de calderas. Los principales componentes de la subcentral son: el intercambiador de calor, la válvula de control, el contador energético y la bomba de impulsión secundaria.
La instalación está diseñada para un funcionamiento automático de todos los elementos de la misma, los cuales están comunicados entre sí mediante una red de fibra óptica. Además, cuenta con un avanzado sistema de control y telegestión, el cual permitirá en todo momento adaptar la generación a la demanda, disminuyendo al máximo el consumo eléctrico y las pérdidas térmicas.
Ampliación de la red de calor al barrio de Los Viveros
El nuevo proyecto consiste en la ampliación de la red de canalizaciones de transporte de calor existente, para extender la infraestructura a una zona del barrio de Los Viveros de Valladolid, para dar servicio de calefacción y agua caliente sanitara a los edificios de la zona, entre ellos las viviendas públicas que está ejecutando Somacyl en la calle Jardines de Sabatini y el centro de salud La Magdalena. Para abordar está nueva actuación no es necesario modificar la central de generación de energía existente, ya que tiene suficiente capacidad para abastecer a esta nueva zona.
Los objetivos de este proyecto incluyen prestar un servicio urbano de suministro centralizado de energía térmica al que se pueden sumar los edificios del barrio; la sustitución del uso de energías fósiles por una energía renovable, sostenible y autóctona (biomasa) que contribuye a generar empleo en entornos rurales, disminuye la dependencia energética de la región y contribuye a la prevención de incendios forestales; la reducción de las emisiones de CO2 de los edificios de Valladolid; y la digitalización y telegestión de la demanda de energía térmica de los edificios que se conecten al sistema.
Entre las ventajas para los futuros usuarios destaca la ausencia de equipos propios de producción de calor y chimeneas, ahorro y estabilidad en la factura energética, reducción de costes de mantenimiento y de renovación de calderas, mejora de la calificación energética de los edificios, mayor disponibilidad de espacio útil valorizable, flexibilidad y adaptabilidad para disponer de mayor potencia, así como una permanente actualización tecnológica.