La planta solar de Torre Sevilla produjo en 2018 el equivalente al consumo energético anual de 20 viviendas

Torre Sevilla.

El rascacielos Torre Sevilla generó un total de 200.000 kWh de energía limpia para autoconsumo en 2018 gracias al sistema fotovoltaico instalado en la corona del edificio. Una producción renovable no contaminante que equivale al consumo anual de 20 viviendas. Esta producción de energía limpia se traduce en 43,8 toneladas de CO2 que dejaron de emitirse a la atmósfera.

Las placas fotovoltaicas, la gestión centralizada de las instalaciones de climatización e iluminación, los contadores de consumo energético inteligentes y los criterios de diseño y construcción sostenibles han permitido que Torre Sevilla obtenga el certificado Leed Gold.

Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado el 5 de junio, la empresa propietaria de Torre Sevilla, CaixaBank, ha emitido un comunicado de prensa donde anuncia este hito obtenido en la producción energética de la planta fotovoltaica de autoconsumo. Además, la propiedad repasa otras medidas de ahorro y eficiencia energética que están siendo implantadas en el rascacielos.

Torre Sevilla cuenta con un sistema centralizado para gestionar 60.000 puntos de control que permiten reducir el consumo energético y las emisiones en un 30%. Gracias a este sistema es posible controlar todas las instalaciones mecánicas y eléctricas del edificio, tales como la climatización, el alumbrado y los contadores de energía. En este sentido, el sistema inteligente de gestión de la iluminación con sensores ha permitido un ahorro del 20% en el consumo en cada planta del rascacielos, optimizando de este modo la eficiencia energética del edificio.

Gestión inteligente para reducir el consumo energético

Dentro de este sistema de gestión, Torre Sevilla cuenta también con un conjunto de contadores inteligentes que monitorizan y detectan cualquier desviación en el consumo eléctrico en tiempo real para una mejor gestión de los recursos energéticos. Asimismo, el caudal de aire que generan los ascensores que recorren a 6 metros/segundo el rascacielos se reaprovecha para mantener la temperatura óptima de las salas de máquinas alargando la vida útil de los equipos.

La fachada de vidrio de bajo coeficiente de transmisión térmica, los perfiles de aluminio con rotura de puente térmico, y todo el sistema de lamas horizontales, diseñado tras un riguroso estudio de soleamiento sobre la Torre Sevilla, otorgan al edificio la máxima calificación de eficiencia energética (categoría A), lo que implica la reducción de la transmisión del calor entre la Torre y el exterior.

 
 
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