El proyecto BioVill implanta con éxito el concepto de ‘pueblo de bioenergía’ en el sudeste de Europa

El proyecto BioVill fomenta el desarrollo del sector de la bioenergía moderna en lugares donde existen grandes cantidades de recursos biomásicos para utilizarlos como principal combustible en redes de calefacción, generando un estilo de vida sostenible y un modelo de negocio para agricultores, productores de madera y pymes locales. Este concepto, denominado «pueblo de bioenergía» o «aldea bioenergética», es muy común en países como Alemania o Austria y los socios de BioVill lo han implantado con éxito en países del sudeste de Europa para erradicar el uso de combustibles fósiles.

Lekenik (Croacia). Esta localidad está gestionando actualmente los trámites administrativos necesarios para que su sistema de calefacción de barrio con biomasa local empiece a funcionar en un plazo máximo de tres años. Imagen: www.biovill.eu.

La idea central del proyecto BioVill era el intercambio transfronterizo y la transferencia de conocimientos entre diferentes partes interesadas, con el fin de difundir ejemplos de mejores prácticas de pueblos bioenergéticos. El resultado es el inicio de siete aldeas de bioenergía piloto en cinco países: Eslovenia, Serbia, Croacia, Macedonia y Rumanía, siguiendo el ejemplo de experiencias existentes en Alemania y Austria.

Las actividades centrales de BioVill han consistido en evaluar los recursos tecnológicos y económicos de los municipios objetivo, involucrar a las autoridades públicas, empresas y ciudadanos, desarrollar cadenas de valor de bioenergía local y encontrar esquemas de financiación así como modelos de negocio adecuados para cada caso concreto.

¿Qué es un pueblo de bioenergía?

Un pueblo bioenergético es una aldea, municipio, asentamiento o comunidad que produce y utiliza la mayor parte de su energía a partir de biomasa local y otras energías renovables para generar electricidad y calor. Se utilizan varias tecnologías de diferentes tamaños, tales como calderas de astillas de madera, estufas de pellets, calderas de leña, plantas de biogás, plantas combinadas de calor y electricidad que usan astillas de madera, etc. Estas fuentes de calor dan suministro a pequeñas redes de calefacción urbana.

Lo ideal es que los proveedores de biomasa y los consumidores de energía sean propietarios compartidos de las instalaciones necesarias para el funcionamiento de toda la cadena de valor, desde la explotación de los recursos biomásicos hasta su utilización como combustible.

Este modelo surgió a raiz de movimientos de ciudadanos interesados en que el sector energético fuera más amigable con el medio ambiente. Iniciativas como Jühnde en Alemania, Güssing en Austria y Samsø en Dinamarca son ejemplos de aldeas bioenergéticas bien conocidas que han contribuido al desarrollo de este concepto.

Un proyecto del programa Horizonte 2020

BioVill es un proyecto de tres años respaldado por el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea. Tras 36 meses de trabajo, finalizó en febrero de 2019 y ha contado con un presupuesto de 1,99 millones de euros. El consorcio ha estado formado por nueve socios de los países objetivo, así como de Alemania y Austria.

Logo del proyecto BioVill, que finalizó el pasado mes de febrero de 2019. Imagen: www.biovill.eu.

Dado que las condiciones locales para el establecimiento de una aldea de bioenergía varían considerablemente entre los países objetivo y pueblos, el proyecto BioVill no ha podido proporcionar una solución única para todos, pero sí ha desarrollado una serie de herramientas para el inicio y la planificación de proyectos de bioenergía.

Finalmente, el proyecto ha establecido una red de expertos y líderes en bioenergía que han creado un foro para el apoyo mutuo y el intercambio de conocimientos con el fin de mejorar el desarrollo del sector bioenergético en toda Europa.

Gracias al apoyo de BioVill, en los siete municipios seleccionados se han desarrollado proyectos y soluciones viables para sustituir los combustibles fósiles por sistemas basados en biomasa.

Seis plantas de calefacción y una de CHP con biomasa

Según la planificación actual al final del proyecto, seis plantas de calefacción de biomasa y una planta de CHP con biomasa podrían movilizar alrededor de 83 GWh de calor y 16 GWh de electricidad por año mediante la instalación de nuevos sistemas de producción de calor y energía basados ​​en biomasa.

La mayoría de los proyectos de inversión todavía están en la fase de planificación, ya que la aplicación de los permisos necesarios y la adquisición de fondos y subsidios necesitan más tiempo.

No obstante, en dos de los pueblos piloto, Ghelinta y Estelnik (Rumanía), ya se han instalado varios sistemas de calefacción individual basados ​​en biomasa con una potencia de casi 2 MW en total y el número de pueblos bioenergéticos sigue creciendo.

Pueblos de Rumanía donde actualmente ya se han instalado sistemas de calefacción de barrio con biomasa local. Fuente de la imagen: Green Energy Romanian Innovative Biomass Cluster.

En estos municipios, además, se han realizado inversiones en la cadena de valor de la biomasa mediante la adquisición de equipos de cosecha y transporte de madera, así como la preparación de áreas especiales para recolectar residuos de madera. También se ha llevado a cabo la financiación de estudios de viabilidad y sus correspondientes permisos.

Todo ello es una muestra del gran compromiso adquirido por estas localidades con el proyecto y de su disposición para realizar las inversiones necesarias en los próximos años, lo que conducirá a la movilización de las cantidades de energía basadas en biomasa mencionadas anteriormente, es decir, 83 GWh de calor y 16 GWh de electricidad por año.

Situación actual

Una vez finalizado el periodo de vigencia del proyecto europeo BioVill, según se informa en su Memoria Final de Resultados, algunos de los pueblos bioenergéticos ya son una realidad, aspiran a seguir creciendo y se han convertido en referentes para nuevos proyectos en marcha, tal y como sucede en Rumanía.

En otros países, los proyectos aún se encuentran en proceso, gestionando los trámites administrativos en unos casos o en espera de financiación en otros.

Por países y pueblos, la situación actual de los proyectos es la siguiente:

Eslovenia

En el municipio de Dole pri Litiji se planea una inversión para la nueva red de calefacción urbana a base de biomasa. La producción anual de calor de la planta de calefacción será de aproximadamente 0,6 GWh y abastecerá a 17 consumidores públicos y privados. Al reducir costos y usar programas de soporte existentes, la instalación de las tuberías se combinará con la renovación de la infraestructura vial.

La comunidad local Dole pri Litiji, parte del municipio de Litija, es conocida como Tierra de Carbón (Oglarska dežela) ya que mantiene formas tradicionales de producir este combustible a partir de la madera. Al implantar el proyecto BioVill, la combinación entre tradición y vanguardia se ha convertido en las señas de identidad de Dole pri Litiji. Imagen: www.biovill.eu. Autor de la imagen: Joze Prah.

La central de calefacción se instalará en la estación de bomberos recién planificada. Estas inversiones se realizarán entre 2019 y 2022. Entre los planes futuros se encuentra incluir en el concepto de «aldea bioenergética» una planta de producción de energía eólica.

Rumanía

En Ghelinta ya se han instalado varios sistemas de calefacción individual basados ​​en biomasa con una capacidad total de casi 2 MW para uso de entidades públicas, negocios y hogares. Los planes a corto plazo prevén la instalación de otras soluciones individuales de bioenergía en otros edificios públicos, ya que actualmente no hay subsidios disponibles para garantizar la financiación necesaria de una red local de calefacción urbana, aunque se esperan nuevos programas de apoyo por parte del gobierno rumano y donantes internacionales. En este caso, se implementará una nueva calefacción urbana a base de biomasa con una capacidad de producción térmica anual de aproximadamente 9,7 GWh que dará suministro a 41 grandes edificios públicos y privados así como varios edificios residenciales en un área densamente poblada de la localidad.

En Ghelinta (Rumanía) ya se han instalado varios sistemas de calefacción individual basados ​​en biomasa con una capacidad total de casi 2 MW para uso de entidades públicas, negocios y hogares. Imagen: www.biovill.eu.

En la localidad de Estelnic también se ha instalado un sistema de calefacción individual basado en astillas de madera con una capacidad total de 50 kW en el centro médico local. Los planes futuros planificados con el apoyo del proyecto BioVill prevén la instalación de un sistema de calefacción urbana que abastece a 20 consumidores de calor, incluida una fábrica textil y 5 edificios públicos, con una demanda de calor total de aproximadamente 6,1 GWh por año.

La inversión en Estelnic se realizará dentro de los próximos 3 a 5 años, dependiendo de la disponibilidad de programas de apoyo financiero. Dado que muchos hogares también están interesados ​​en conectarse al sistema, el consumo de calor podría aumentar aún más en el futuro. Además, en la actualidad se está estudiando la integración de una planta de cogeneración basada en astillas de madera, con una capacidad eléctrica de 400 kW. Con esta última infraestructura, se podría producir electricidad y suficiente calor para cubrir completamente la demanda de la red de calefacción urbana.

Macedonia

La República de Macedonia participa en BioVill con Kichevo, la ciudad con mayor cantidad de habitantes de todos los pueblos bioenergéticos del proyecto. Cuenta con 20.000 hogares y 55.000 habitantes. El elevado consumo energético per cápita y los elevados índices de contaminación de la ciudad son los principales motivos que han llevado a esta comunidad local a formar parte de la iniciativa.

Gracias a la implantación de BioVill, se prevé en Kichevo una inversión en un nuevo sistema de calefacción urbana con una producción total de calor de aproximadamente 9,8 GWh por año a partir de biomasa local. En la primera fase existirá una sala de almacenamiento de biomasa y una caldera de biomasa con una capacidad de 1 MW. La mayor parte de la red de calefacción será instalada antes de finales de 2020.

Los motivos principales de Kichevo para unirse a este proyecto son el gran consumo de energía per cápita y el alto nivel de contaminación ambiental. La materia prima de biomasa existente consiste, principalmente, en biomasa forestal, residuos de la ganadería y residuos sólidos municipales.  Se estima que los residuos del procesamiento de la madera rondan los 200 kg por día, o alrededor de 4 toneladas por mes. Imagen: www.biovill.eu.

Está previsto que el nuevo sistema dé suministro a cuatro edificios municipales. En los dos o tres años siguientes se conectarán varios bloques de apartamentos mediante la ampliación de la capacidad de la caldera.

Croacia

Croacia participa con dos pueblos bioenergéticos en el proyecto BioVill: Perusic  y Lekenik.

El municipio de Perusic planea invertir en dos fases en un sistema de calefacción de distrito basado en madera. En un primer paso, que se implementará en el año 2020, la red de calefacción suministrará a once servicios públicos y edificios privados. Cuando se finalice, durante los próximos de tres a cinco años, el sistema producirá una cantidad de calor anual de aproximadamente 13 GWh de biomasa local y abastecerá a más de 200 edificios en el municipio.

Perušić (Croacia). Cuando finalice su construcción, el sistema de calefacción con biomasa local producirá una cantidad de calor anual de aproximadamente 13 GWh y abastecerá a más de 200 edificios en el municipio. Imagen: www.biovill.eu.

Además, la empresa de procesamiento de madera forestal local planea instalar en Perusic una planta de cogeneración con una capacidad eléctrica de 2,5 MW para producir aproximadamente 15,8 GWh de electricidad y 52,6 GWh de calor por año a partir de sus residuos de madera. Así, además de solicitar los permisos de construcción y presionando para obtener el apoyo financiero necesario, el municipio está negociando actualmente un modelo de negocio futuro con esta empresa maderera.

Con el establecimiento de una planta de biomasa, los edificios públicos de Lekenik estarán completamente abastecidos con calor y energía de las energías renovables. Además, los hogares en todo el pueblo también podrían estar conectados.

Por su parte, Lekenik trabaja actualmente en la preparación de la documentación del proyecto y en la obtención de apoyos económicos para hacer realidad sus planes de instalar una red de calefacción urbana basada en biomasa local. Las dos calderas de astillas de madera previstas, complementadas por una caldera de reserva alimentada con combustibles fósiles, distribuirá su producción total de bioenergía anual de aproximadamente 1,3 GWh de calor a través de una red de 1,1 km de largo a 18 edificios públicos. El municipio prevé que esta infraestructura podría comenzar a operar dentro de los próximos dos o tres años.

Serbia

En Kostojevici existe un sistema de calefacción urbana de 12 años basado en petróleo crudo que funciona de manera ineficiente y ha perdido la satisfacción de la mayoría de sus clientes. Por lo tanto, el municipio y la empresa de servicios públicos, con el apoyo del proyecto BioVill, han desarrollado una iniciativa para sustituir el combustible fósil del sistema de calefacción existente por biomasa local, mucho más sostenible.

De los 142 hogares que hay en Kostojevici, 40 de ellos junto a la escuela local se calientan con un sistema de calefacción de distrito basado en petróleo crudo. Las montañas boscocas que rodean este municipio proporcionan buenas condiciones para reemplazar este combustible por biomasa como principal fuente de energía. Imagen: www.biovill.eu.

Según los planes, la planta modernizada podría tener una producción anual de calor de aproximadamente 2,5 GWh. Hasta 93 consumidores de calor, principalmente privados, podrían conectarse a la red de suministro. Por el momento, el municipio está negociando la gestión de fondos públicos. La renovación del sistema de calefacción está prevista para 2019 y podría comenza a fucionar con el iniciode la próxima temporada de calefacción el sistema podría comenzará a funcionar.

Resultados finales

El proyecto BioVill ha contribuido a aumentar sustancialmente la aceptación de la bioenergía moderna y a sensibilizar al público sobre las oportunidades comerciales de este recurso, no sólo en los municipios participantes sino en la totalidad de los países socios de BioVill.

Como resultado, se puede afirmar que los siete municipios, con una población total de aproximadamente 73.000 habitantes, han comenzado a implementar el concepto de «aldea bioenergética» y otros 24 pueblos con una población de más de 94.000 habitantes ya están siguiendo los ejemplos de BioVill.

 
 
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