El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha publicado el informe ‘Global Cooling Watch 2025’. El documento propone una hoja de ruta de refrigeración sostenible, que reduciría las emisiones un 64%, en comparación con los niveles proyectados. Según el informe, si se combina con la descarbonización acelerada del sector eléctrico, las emisiones podrían disminuir hasta un 97% por debajo del escenario habitual.
El informe ‘Global Cooling Watch 2025‘, presentado la semana pasada durante la Conferencia sobre Cambio Climático (COP30) en Brasil, advierte que la demanda mundial de refrigeración se triplicará de aquí a 2050 si se mantiene la tendencia actual. Según sus previsiones, de no cambiar el rumbo, las emisiones derivadas de la refrigeración alcanzarán los 7.200 millones de toneladas de gases de efecto invernadero para 2050, casi el doble de los niveles de 2022, ejerciendo además una fuerte presión sobre las redes eléctricas.
El informe analiza en profundidad uno de los desafíos más urgentes de la década: el aumento de las temperaturas, la creciente demanda de refrigeración y las marcadas desigualdades en el acceso. E indica que, ante el aumento de las olas de calor y la creciente demanda de refrigeración, adoptar soluciones sostenibles, centradas en sistemas de bajo consumo y tecnologías híbridas, sería una oportunidad para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero. También podría generar ahorros billonarios y garantizar el acceso a la refrigeración para las comunidades más vulnerables.
Refrigeración sostenible
Partiendo del análisis de las tendencias mundiales de refrigeración sostenible realizado en la edición de 2023, el informe de 2025 proporciona la base científica para el Compromiso Mundial de Refrigeración y traza rutas hacia la consecución de emisiones casi nulas procedentes de la refrigeración.
En concreto, el informe sugiere adoptar una ‘Vía de Refrigeración Sostenible’, que podría reducir las emisiones en un 64% por debajo de los niveles previstos para 2050. Y si se combina con una rápida descarbonización del sector eléctrico mundial, las emisiones residuales de refrigeración podrían reducirse en un 97% por debajo de los niveles habituales.
El informe, elaborado por la Cool Coalition del PNUMA, ofrece una evaluación completa hasta la fecha sobre la creciente demanda global de refrigeración y la necesidad de alternativas compatibles con el clima. Entre otras conclusiones, se destaca que casi dos tercios de las reducciones de emisiones podrían lograrse mediante soluciones pasivas y de bajo consumo, fundamentales para garantizar acceso a la refrigeración a 3.000 millones de personas adicionales para 2050. Y su adopción generaría ahorros de hasta 43 billones de dólares estadounidenses, entre costes energéticos evitados e inversiones en infraestructura eléctrica.
