El proyecto europeo Inblanc busca mejorar la gestión energética del parque inmobiliario de España, Países Bajos, Chipre, Grecia, Suiza y Dinamarca. Durante tres años y medio, el equipo del proyecto desplegará una solución integral que combina tecnología, datos en tiempo real e inteligencia artificial para mejorar la eficiencia energética, el confort y la sostenibilidad de edificios residenciales, públicos e industriales. El piloto español involucrará a varios edificios de Murcia.
Con un presupuesto de cerca de 5 millones de euros, respaldado por la Unión Europea, el proyecto reúne a 22 organizaciones de 10 países, entre ellas la compañía energética MIWenergía, que lidera el piloto español.
Consumo energético y confort del hogar
Coordinado por la empresa holandesa DEMO, el proyecto apuesta por la integración de diversas tecnologías como BIM, para el diseño y análisis de la construcción y sensores IoT, que registrarán diversos parámetros de consumo energético y confort del hogar. Aspectos como la calidad del aire interior tendrán un papel central dado su impacto directo en la salud de los residentes.
Todos los datos se centralizarán en plataformas que buscan proveer de capacidad para gestionar de forma global el ciclo de vida de los edificios. La solución Inblanc generará recomendaciones adaptadas a cada caso con la intención de mejorar la eficiencia energética y el bienestar de los usuarios.
Optimización del rendimiento energético de los edificios
Uno de los seis demostradores se ejecutará en viviendas del barrio de Joven Futura, en Murcia, donde se medirá la calidad del aire, el funcionamiento de los activos energéticos y el consumo energético de los inmuebles.
También se pondrán en marcha medidas de flexibilidad de la demanda, que permitirán adaptar el consumo de energía de los hogares a las franjas horarias más económicas, reduciendo así los costes para los usuarios.
En definitiva, el proyecto Inblanc propone un nuevo modelo de gestión del parque edificado, basado en el uso inteligente de datos, la integración tecnológica y la colaboración entre actores del sector. Este enfoque no solo optimiza el rendimiento energético de los edificios, sino que también revaloriza las propiedades y disminuye su impacto ambiental.