La Comisión pide dar prioridad a la eficiencia energética para que la UE alcance los objetivos de 2030

Informe de la Comisión Europea

En 2018 algunos Estados miembros de la Unión Europea obtuvieron un ahorro muy inferior al necesario para cumplir los objetivos nacionales de eficiencia energética marcados para 2020. Cualquier deficiencia o demora en 2020 afecta a las vías para la consecución de los objetivos de 2030 y 2050, por lo que es importante aumentar los esfuerzos, especialmente en materia de eficiencia energética. Esta es una de las principales conclusiones de la evaluación realizada por la Comisión Europea en 2019. Los resultados de esta evaluación están recogidos en un Informe de situación, publicado el pasado 20 de julio de 2020 y que debe ser entregado al Parlamento Europeo y al Consejo para que expresen su opinión.

La Comisión Europea considera que, a pesar de los datos positivos de 2018, el ritmo de crecimiento de la eficiencia energética es insuficiente para cumplir los objetivos de 2020.

Dicho informe aporta las conclusiones más recientes sobre los avances conseguidos hasta 2018 de cara a alcanzar los objetivos de eficiencia energética de la UE del 20% para 2020, es decir, reducir el consumo de energía final de la Europa de los veintiocho a un máximo de 1.086 Mtep y su consumo de energía primaria a un máximo de 1.483 Mtep.

Grupo de trabajo sobre movilización de esfuerzos

En julio de 2018, la Comisión creó un Grupo de Trabajo sobre movilización de esfuerzos para alcanzar los objetivos de eficiencia energética de la UE para 2020. El objetivo principal de este grupo consistía en identificar una posible forma de avanzar hacia la descarbonización de la Unión Europea y evaluar la evolución en el consumo de energía.

Dicho análisis se ha realizado tomando como referencia las estadísticas europeas oficiales de los balances energéticos, publicadas por Eurostat hasta enero de 2020.

En 2018, el consumo de energía final disminuyó, pero el consumo de energía primaria aumentó 50 Mtep por encima del objetivo establecido por la UE.

El estudio también se basa en el informe de situación de 2018 sobre los avances realizados en materia de eficiencia energética, los informes anuales presentados en 2019 por los Estados miembros y el análisis complementario realizado durante 2019 y principios de 2020. Sin embargo, no contempla aún el potencial impacto de la crisis de la COVID-19.

Los resultados han sido publicados en el informe de situación publicado el pasado 20 de julio y entregado por la Comisión al Parlamento Europeo y el Consejo.

El documento recoge los avances en la consecución del objetivo de eficiencia energética en el conjunto de la UE, así como en cada uno de los 28 Estados miembros. También se ha tenido en cuenta la evolución de los distintos sectores: industrial, residencial, servicios y transporte.

Evolución en el consumo de energía primaria y final

Tras evaluar todos los datos obtenidos, los cuales han sido sometidos a debate en varias reuniones entre 2018 y 2019, el Grupo de Trabajo ha llegado a una serie de conclusiones sobre la situación de los avances realizados por los Estados miembros en la consecución relativa a la eficiencia energética, especialmente en términos de consumo de energía, tanto primaria como final.

Según el informe, el consumo de energía primaria disminuyó un 0,7% en 2018 en comparación con 2017, mientras que el consumo de energía final aumentó un 0,1% interanual. Aun así, ambos indicadores están ligeramente por encima de la trayectoria fijada para alcanzar los objetivos de 2020.

Respecto al consumo de energía final, ésta cayó un 5,8% desde 2005 hasta 2018, pasando de 1.194 Mtep en 2005 a 1.124 Mtep en 2018, lo que constituye un 3,5% por encima de los 1.086 Mtep establecidos como objetivo de consumo de energía final para 2020.

Relación de indicadores por Estados miembros. Sólo 12 países lograron reducir o mantener el nivel de consumo de energía por debajo del establecido para alcanzar los objetivos de 2020.

De los 28 Estados miembros, la Comisión destaca que sólo 12 lograron reducir o mantener el nivel de consumo de energía final por debajo de su trayectoria lineal hipotética para alcanzar los objetivos de 2020. Estos países son Chequia, Grecia, España, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, los Países Bajos, Portugal, Rumanía, Eslovenia y Finlandia.

En el caso del consumo de energía primaria, 15 Estados miembros estaban por debajo de sus trayectorias lineales hipotéticas en 2018: Chequia, Estonia, Grecia, Croacia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia y el Reino Unido.

Igualmente, la Comisión Europea señala que en 2018 ningún Estado miembro revisó su objetivo de eficiencia energética, con el resultado de que los objetivos nacionales siguen sin cuadrar con los objetivos de la UE.

En cuanto al consumo de energía final, la Comisión sostiene que los objetivos indicativos nacionales suman un total de 1.085 Mtep, es decir, 1 Mtep por debajo del objetivo establecido para la UE. Con respecto al consumo de energía primaria, suman un total de 1.533 Mtep, es decir, 50 Mtep por encima del objetivo establecido para la UE.

Por otra parte, el estudio aclara que las fluctuaciones meteorológicas siguen afectando al nivel de consumo de energía. El invierno más cálido de 2018 moderó la demanda de energía para la calefacción de locales, si bien este impacto se compensó con el aumento del consumo de energía en los sectores industrial y del transporte.

PIB y consumo de energía final (CEF) corregido en función de las condiciones meteorológicas, 2000-2018.

Las cifras corregidas teniendo en cuenta la meteorología muestran en realidad un aumento mayor del consumo de energía final en 2018.

Este documento también pone en evidencia que el crecimiento de la actividad sigue impulsando el consumo de energía sin que las nuevas políticas y medidas aplicadas por los Estados miembros en 2018 hayan sido suficientes para compensar el incremento en el uso energético.

Por último, los informes de eficiencia energética de 2019 aportados por cada uno de los Estados miembros indican que algunos de ellos obtuvieron un ahorro muy inferior al que hubierse sido necesario en 2018 para alcanzar los requisitos de ahorro acumulado para 2014-2020.

Ritmo insuficiente para 2020

Como resultado, la Comisión aclara que, a pesar de la evolución descendente observada en el consumo de energía primaria, algo que podría interpretarse como un avance positivo, el ritmo de descenso es insuficiente para cumplir los objetivos establecidos para 2020, en condiciones económicas normales, y se encuentra por debajo del 1% anual, que es la reducción media anual desde 2005 hasta 2018 para poder alcanzar el objetivo de eficiencia energética en 2020.

Dado el limitado tiempo para aplicar nuevas políticas, el informe considera cada vez menos probable que 2020 pueda concluir con los objetivos alcanzados. Teniendo en cuenta que los resultados finales también dependen de factores externos, el informe advierte sobre el potencial fuerte impacto causado por la crisis de la COVID-19.

La creciente incorporación de las energías renovables al sistema eléctrico contribuye a disminuir el consumo de energía primaria.

Sin embargo, sigue siendo importante intensificar rápidamente los esfuerzos, ya que cualquier falta de resultados que subsista en la consecución de los objetivos de 2020, o un rebote de la demanda de energía tras la crisis de la COVID-19, también dificultaría en mayor medida la consecución de los objetivos de 2030.

El Grupo de trabajo celebró una reunión en julio de 2019 que estuvo centrada en la evaluación de los avances sobre la base de las estimaciones de consumo de energía para 2018 de Eurostat y en el intercambio de buenas prácticas para lograr un ahorro adicional. Dado el tiempo limitado hasta finales de 2020, los Estados miembros no introdujeron muchas medidas, señala el informe.

En este sentido, la Comisión considera muy probable que las contribuciones nacionales a la eficiencia energética para 2030 (descritas en los planes nacionales de energía y clima presentados a la Comisión a finales de 2019 de conformidad con el Reglamento relativo a la gobernanza) carezcan, en conjunto, de la ambición para alcanzar los objetivos de eficiencia energética de la UE para 2030.

Mayores esfuerzos para 2030

La Comisión hace hincapié en que esta brecha en la consecución de resultados de los esfuerzos en materia de eficiencia energética para 2020 y la falta de ambición para 2030 exigen acciones mucho más enérgicas tanto a nivel nacional como a nivel comunitario. Estas acciones, como ya se ha dicho tantas veces, deben dar prioridad a la eficiencia energética.

Durante las reuniones del Grupo de trabajo de 2019, los Estados miembros destacaron la necesidad de ejecutar plenamente la legislación existente para movilizar mejor la financiación estructural y de cohesión de la UE así como para adoptar medidas adicionales que generen un rápido ahorro.

La Comisión Europea pide a los Estados miembros intensificar sus esfuerzos en materia de eficiencia energética para lograr los objetivos de la UE.

Además, se reconoció la necesidad de centrarse en garantizar que los edificios sujetos a reformas importantes cumplan las normas mínimas de eficiencia energética. Una medida que no garantiza el ahorro de energía necesario a corto plazo pero sí es determinante para contribuir al objetivo de 2030.

Con la mirada puesta en 2030, el informe afirma que el Grupo de Trabajo continuará ayudando a los Estados miembros y que la Comisión seguirá centrándose en medidas legislativas así como en la movilización de intrumentos financieros, con los cuales se pretende impulsar la aplicación de soluciones digitales y de inteligencia artificial en las medidas de eficiencia energética, todo ello para contribuir a la consecución de los objetivos.

 
 
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